Con los participantes bien protegidos por las medidas de seguridad de los coches de carreras y sus equipamientos personales, la organización tiene como prioridad proteger a los aficionados y para ello pone en marcha un completo dispositivo en el que se involucran personas y materiales.

Sin embargo, esto debe complementarse con la colaboración de los espectadores y aficionados, que deben situarse en lugares seguros, preferentemente elevados y fuera de la trayectoria.