Alpine forjó su leyenda deportiva en el Rally de Montecarlo y el mítico tramo del Col de Turini. Allí se fraguó su primera gran derrota y su primera victoria. Corría el año 1968 y Gerard Larrouse, con un A110, iba directo a la victoria cuando unos espectadores esparcieron nieve en una curva. El Alpine patinó y chocó con una roca. Cinco años más tarde, Jean-Caude Andruet logra la victoria y el podio lo completan otros dos Alpine (Andersson y Nicolas).