Las vacaciones de verano son la época del año en la que hay más desplazamientos por carretera. En España, el año pasado hubo 81 millones de largos desplazamientos. Algunos conductores viajan de noche para aprovechar al máximo sus días de fiesta. Durante esas horas del día hay menos densidad de tráfico, pero también crece el riesgo de sufrir accidentes debido a la disminución de la visibilidad y al cansancio.

En Europa, los accidentes que tienen lugar de noche provocan el 37% de víctimas mortales. Por ello, han de tomarse una serie de precauciones para aumentar la seguridad:

- Deben encenderse las luces de cruce al atardecer, porque ayudan a ver y ser vistos. Es necesario encender las luces de cruce de noche, si llueve o cuando la visibilidad no sea buena. Siempre que sea posible, utilizar las luces de carretera, evitando deslumbrar a los otros conductores. Algunos vehículos disponen de un sistema de encendido automático de luz de cruce que enciende y apaga los faros en función de las condiciones de luz exterior.

- A través de la vista se recibe el 90% de la información necesaria para conducir, y de noche la percepción visual disminuye, por lo que aumenta el tiempo para identificar a peatones, animales o señales de tráfico.

En este sentido, los faros LED son un gran aliado, ya que generan una luz de mayor calidad que los faros halógenos y tienen unas características muy similares a la luz solar, mejorando así la visibilidad.

- Adaptar la velocidad para poder frenar dentro del campo de iluminación de los faros. Es aconsejable reducir la velocidad respecto a la que se circularía de día. En España, la velocidad recomendada para conducir con luz de cruce en carretera es de 90 km/h.

- Mantener la distancia de seguridad, dando un margen no inferior a tres segundos al vehículo que va delante.

- Reconocer los primeros síntomas del cansancio: si se cierran involuntariamente los ojos, si cuesta mantener el vehículo dentro del carril o si es difícil recordar por dónde hemos circulado en el último kilómetro. Con el cansancio, los reflejos se ven afectados y el efecto es similar a conducir con una tasa de 0,5 g/l de alcohol en sangre.

Ante los primeros indicios de fatiga, es importante parar y descansar o dormir hasta recuperar fuerzas para seguir el viaje. Algunos vehículos van equipados con un detector de fatiga que identifica cuándo el conductor está cansado y le indica, con un icono en el cuadro de instrumentos, que es necesario reposar.