El campo de pruebas de Opel en Dudenhofen, como era conocido en su tiempo, abrió hace 50 años. Desde entonces, incontables vehículos Opel han tenido que encarar los retos más duros en su camino hacia la producción. Desde el mismo inicio, el campo de pruebas fue continuamente ampliado y modernizado.

En abril de 1966, el área grande tenía 2,6 km2 y una combinación de varias calles y carreteras, con una longitud total de 33 kilómetros. Entonces, como ahora, los ingenieros utilizaban estas instalaciones para probar los nuevos desarrollos en la pista de alta velocidad de 5 kilómetros con una inclinación de 33 grados que rodean la zona. Alternativamente, usaban la pista deslizante, una zona hormigonada con un diámetro de 100 metros que se utiliza para determinar el comportamiento de la dirección o para medir la desviación del vehículo en las curvas con precisión. En la década de 1980, se añade una larga pista de sonido y confort de 4,4 kilómetros.

En 1992, toda la pista de alta velocidad se renovó debido a su elevada utilización. Desde entonces, el circuito, la pista de sonido y confort, la deslizante, la de manejo y la de tortura permiten una extensa prueba del vehículo y también el trabajo de desarrollo de motores, frenos, dirección y chasis.

En 2004, se añade una pista ovalada y el sistema de drenaje para las pruebas de slalom. Y en 2006 se suma un campo de pruebas para los vehículos de tracción 4x4 junto con una moderna gasolinera industrial con 32 bombas de 16 tipos diferentes de combustible. Desde la segunda renovación del circuito, en 2012, los pilotos de pruebas pueden llegar a tomar la pronunciada curva a 250 km/h sin la influencia de fuerzas laterales, incluso teóricamente pueden quitar sus manos del volante. Así es cómo se calcula en realidad la velocidad máxima.

Los nuevos vehículos, como el actual Opel Astra, se ponen a prueba en Dudenhofen rodando alrededor de 40.000 kilómetros en condiciones extremas. La distancia es equivalente a más de 200.000 kilómetros o 15 años en caminos reales. El último compacto de Opel sufrió presiones equivalentes a un ciclo de vida de producto en tan sólo 24 semanas.

Una de las muchas pruebas decisivas a las que el Astra fue sometido es la de resistencia. La pista de resistencia ofrece varias superficies, como asfalto y adoquines, obstáculos y numerosas curvas. Opel comenzó el mayor proyecto de expansión y modernización en Dudenhofen en 2013. La compañía continuará invirtiendo una elevada cifra en la zona situada al sureste de Frankfurt, con casi 65 kilómetros de pistas de prueba, hasta 2020. La longitud total se incrementará hasta 90 kilómetros en los próximos años y se añadirán pistas de pruebas para motores, extensiones de las pistas y nuevas rutas para satisfacer las diversas demandas. El número de empleados, que trabajan a tres turnos 7 días a la semana, aumentará de 150 a 700.

Cada día, los pilotos de pruebas completan hasta 40.000 km, y al mes se cambian alrededor de 500 neumáticos.