Incluso para los conductores más experimentados las lluvias torrenciales pueden transformar rápidamente un trayecto cómodo en uno lleno de estrés conforme la carretera que tiene por delante ofrece una visibilidad cada vez más escasa. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes en toda Europa y los vehículos van incorporando una tecnología de luces susceptibles a la meteorología que mejoran la visibilidad de manera automática cuando empieza a llover.

El sistema garantiza un haz de luz más corto y más ancho que ilumina mejor a ciclistas y peatones a los lados de la carretera y reduce los destellos para los coches que vienen de frente. Esta tecnología, que forma parte del Sistema de Iluminación Frontal Adaptativa de Ford, se activa a través de la actividad del limpiaparabrisas, de las condiciones de luz ambiental y de la velocidad de conducción.

Ford lleva ofreciendo a sus clientes faros y limpiaparabrisas automáticos desde hace tiempo. Ahora la tecnología de luces que dependen de la meteorología ayuda a los conductores a enfrentarse a las condiciones meteorológicas más extremas. El sistema está disponible en C-MAX, Grand C-MAX, Focus y Kuga, y en los Edge, Galaxy, Mondeo y S-MAX.