Cada vez es más común que los fabricantes de vehículos pongan a disposición de sus clientes tecnología para hacer más fácil la conducción. La evolución del sistema de asistencia al aparcamiento o aparcamiento automático, que detecta un espacio válido para aparcar y el conductor sólo debe manejar los pedales y el cambio se ha extendido hasta modelos generalistas, y ahora se ha mejorado permitiendo aparcar el vehículo a distancia. El conductor se puede bajar del coche y con sólo realizar un movimiento continuado sobre la pantalla de su smartphone o desde la llave del vehículo, éste aparca solo.

Existe otro sistema previo a la conducción autónoma que no sólo permite disfrutar de una conducción urbana más relajada, sino también más eficiente. Se trata del asistente de semáforos, un sistema que controla la frecuencia de los semáforos y calcula la velocidad del vehículo para que no llegue a detenerse y así evitar el arranca-para que eleva notablemente el consumo de combustible.