Las noches son cada vez más largas, se suelen producir heladas y las carreteras están resbaladizas. Hace falta tiempo para adaptarse a las temperaturas invernales y a las condiciones de la carretera; y aquellos que desean sentirse tranquilos en estas condiciones conducen un Opel. Con sus numerosas características de seguridad y comodidad, los automóviles del fabricante alemán ayudan a que la conducción en invierno sea más segura y más relajada. Con la tracción integral adaptativa (AWD), los faros matriciales IntelliLux LED y la calefacción en el volante, los coches Opel están preparados para las condiciones más duras que el invierno puede ofrecer.

Los neumáticos de invierno aseguran mejor adherencia a la carretera y distancias de frenado más cortas en agua o nieve. En todos los neumáticos, una profundidad de la banda de rodadura de cuatro a cinco milímetros y una antigüedad de no más de seis inviernos es vital para su eficacia.

Las condiciones de humedad, nevadas y heladas también se acompañan habitualmente de oscuridad durante la mayor parte del día durante los meses de invierno.