Con el Audi S4 llega la vectorización dinámica del par, o «torque vectoring», al estrenar un innovador diferencial deportivo capaz de repartir la fuerza de manera continua e instantánea a cada rueda. Para el R8 se ha desarrollado una opción con un acoplamiento viscoso que garantiza la máxima deportividad, al enviar el 85% de la potencia a las ruedas posteriores y el 15 al eje delantero, aunque este reparto puede llegar al 30% si fuera necesario. Y en el RS5, primero, y en el A7 Sportback, posteriormente, Audi ha elevado la eficacia del sistema quattro hasta cotas hasta ahora desconocidas, combinando un novedoso diferencial central de corona capaz de gestionar el par que llega a cada rueda de forma individual con el diferencial trasero deportivo. En la actualidad, la gama Audi con tracción total quattro abarca 140 versiones, resultado de combinar motores, carrocerías y cajas de cambios.

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