La situación de los hospitales en Guta Oriental, en Siria, es cada vez más dramática, falta de todo. Los ataques de este último mes, que se han cobrado la vida de al menos 500 personas, han complicado la situación al máximo. Para el millar y medio de heridos no hay prácticamente de nada. Ni medicinas, ni sangre para las operaciones, ni instrumental y tampoco anestesia. Los médicos trabajan bajo mínimos con lo poco que tienen. En los centros piden un respiro para coger aire. Los médicos se lamentan de que no hay lugar seguro para evacuar a los pacientes. Además, tampoco pueden contactar con otros hospitales. Las conexiones no funcionan.