Langreo, Lorena CANTO

Desde la plantación del manzano hasta la comercialización de la sidra, el producto sufre un proceso de elaboración que determina la calidad de la bebida. El terreno, el tipo de manzana y el cuidado de los árboles son algunos de los factores que influyen en el sabor y el carácter del producto más tradicional de la región. El Consejo Regulador de la Sidra es el encargado de garantizar oficialmente, desde diciembre de 2005, que las empresas adscritas a la entidad produzcan sidra con manzana exclusivamente asturiana y con una calidad óptima. El Langrehotel de La Felguera acogió ayer una charla y una cata organizadas por el Consejo y la Asociación de Hostelería de Asturias para dar a conocer la denominación de origen de la sidra y la situación actual de la elaboración de la bebida a los hosteleros de Langreo. Según la gerente del Consejo, Reyes Ceñal, el 85 por ciento de la sidra que se elaboró en 2006 utilizó manzanas procedentes de Francia, «más baratas, pero de fuera». Las conferencias han pasado por Navia y recorrerán otros municipios asturianos hasta marzo. A Mieres le tocará el turno mañana.

¿Qué es la denominación origen? Se trata de un sistema de control para garantizar que la manzana utilizada proceda de Asturias y una calidad óptima en la elaboración de la bebida. El alto coste económico de los análisis y de las catas del Consejo garantizan que los productores no introduzcan manzanas de fuera porque «saldrían perdiendo», según Ceñal. Actualmente, según apuntó la gerente, están inscritos en el consejo un total de 280 cosecheros que aportan 540 hectáreas, aunque la mitad «todavía está en producción y no elabora el producto». «En unos cuatro años esos terrenos comenzarán a dar manzana», vaticinó la experta. Mientras tanto, el Consejo cuenta con 22 tipos de manzanas asturianas que se diferencian por su aspecto, la época de floración, la producción, la época de maduración y la acidez del fruto. En virtud de estos parámetros, la entidad reguladora destaca tres: la regona, la raxao y la durona de Tresali, por ser las más plantadas en Asturias. Difieren en acidez y en el período de maduración. La primera es amarga y madura a mediados de noviembre, mientras que la segunda es ácida y madura en la primera quincena de noviembre. La última madura la segunda quincena del mismo mes y sería ligeramente amarga.

De los 22 tipos de manzana se producen tres variedades de sidra: la natural, la nueva expresión y la sidra brut. La primera es la sidra tradicional, la que no ha sido filtrada; la segunda sí es filtrada, se toma en copa y es ideal para acompañar en mariscos y pescados, y la tercera se parece a un vino espumoso con la diferencia de que el gas carbónico que utiliza proviene de la segunda fermentación y no de fuera. Los consumidores identifican una sidra con denominación de origen por la pegatina del Consejo y el nombre Sidra de Asturias. «Que tenga la etiqueta no significa que sea mejor, sólo garantiza unos procedimientos óptimos de elaboración», apuntó la gerente.