Pola de Laviana, L. M. D.

Dice el dicho que los viejos rockeros nunca mueren. En el caso del concejo de Laviana, los que no mueren son los viejos proyectos. Tras recuperar la rehabilitación de las instalaciones de las minas de montaña de Coto Musel, el Ayuntamiento prevé lanzarse en una nueva empresa aparcada desde hace años: la compra del teatro Maxi. Los representantes municipales se reunirán con los dueños del edificio, la familia Pesquera -que tradicionalmente ha dirigido empresas dedicadas a la proyección cinematográfica-, una vez pasada la Semana Santa para tratar de llegar a un acuerdo que lleva dilatándose desde 1998, año en el que cerró el teatro tras pasar su última película, «Titanic».

El alcalde de Laviana, José Marciano Barreñada, explicó que tras la reforma de la Casa de Cultura, que está a punto de concluir, «queremos solucionar un problema que está enquistado como es el del teatro Maxi». El regidor afirmó que el Ayuntamiento y los dueños del inmueble «estamos condenados a entendernos» porque, tal y como recordó, el antiguo teatro está catalogado de interés por el Principado, lo que hace que «deba conservarse su fachada» y parte de la estructura interior. «Es un edificio de interés cultural, lo que hace que su uso se limite mucho. Queremos llegar a un acuerdo de una vez por todas, porque podría suponer un gran avance para la vida cultural en el concejo», añadió José Marciano Barreñada.

Ésta no sería la primera vez que el Consistorio trata de adquirir el teatro. Ya en 2002 se alcanzó un preacuerdo de compra por casi 40 millones de pesetas. El preacuerdo se quebró porque una parte de los propietarios no consideró ventajoso el documento. En 2005, el Ayuntamiento se vio obligado a tapiar la entrada al edificio, ya que se había convertido en «una fuente de insalubridad».