águilas / Langreo

El alcalde de águilas, Juan Ramírez, ofreció ayer en el Ayuntamiento una recepción a los miembros de la Brigada de Salvamento Minero desplazados a la ciudad desde Asturias para participar en las tareas de rescate de los dos albañiles sepultados en una casa cueva. La intervención directa del grupo no fue necesaria finalmente, ya que los cadáveres fueron recuperados antes de su llegada. Sin embargo, prestaron asesoramiento previo por teléfono sobre las tareas para acceder a la zona. Posteriormente, de madrugada y ya sobre el terreno, también colaboraron con los equipos de emergencia para aconsejarlos sobre la correcta colocación del apuntalamiento de la vivienda.

Según el gabinete de prensa del Ayuntamiento, Ramírez agradeció a los trabajadores de Hunosa su interés por participar en las operaciones de rescate. También felicitó a los Bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento de la región de Murcia y al resto de personas que intervinieron en el dispositivo que hizo posible la recuperación de los cadáveres de los dos obreros, ya en la madrugada del miércoles, tras 13 horas de operaciones de rescate. Personal de los servicios técnicos del Ayuntamiento de águilas ha comenzado a trabajar en la elaboración de un informe sobre las causas del desplome de la bóveda de una casa cueva.

Viaje

El equipo de Hunosa desplazado a Murcia partió para colaborar en las tareas de recuperación de los cuerpos, ya que todos los indicios apuntaban a que los dos trabajadores se encontraban muertos. De camino a águilas y vía telefónica, los integrantes del cuerpo de rescate minero mantuvieron una comunicación directa con los responsables del operativo para prestar asesoramiento sobre los métodos más convenientes a la hora de reforzar la zona y hacer más segura la entrada de los equipos de rescate. Una vez en la zona, los brigadistas también asesoraron sobre las tareas de apuntalamiento. La vivienda en la que se produjo el siniestro permanece precintada y apuntalada. El habitáculo es una galería excavada en la roca del peñón de El Roncaor, que sirvió en la guerra civil como refugio antiaéreo de los bombardeos a los que fue sometida la ciudad.