El viernes, 2 de mayo, hemos presentado la nueva campaña de «Ayuda a Bembereké»; lo hicimos en el CIDAN y nos acompañaron Valentín Ruiz, viceconsejero de Cooperación al Desarrollo; Cajastur, la Fundación Emilio Barbón y el padre Abel. Esta exposición recorrerá varios concejos asturianos. Ahora puede visitarse en la Casa de la Juventud de Sotrondio.

En esta ocasión nuestra solidaridad con los más necesitados va dirigida a la realización de cuatro aulas en el Instituto de Bembereké, en el cual cursan estudios chavales en unas condiciones poco saludables para su cuerpo y mente.

Nos han pedido oficialmente el hermanamiento con los centros de enseñanza de Laviana y así lo hemos trasladado a los mismos, y el Consejo de la Infancia y la Juventud de Laviana me acompaña en esta tarea de acercarnos a otras realidades, conocerlas de cerca y tratar de ayudar un poco. Es para mí un honor contar con tan distinguida tropa en esta lucha por conseguir un mundo un poco mejor siquiera.

El próximo día 1 de julio partimos de nuevo para ese pueblo ya hermano del nuestro, volveremos con las maletas cargadas de material escolar, deportivo y medicinas para esa buena gente, pero espero también poder contribuir con vuestra aportación para que el próximo curso escolar los niños de Bembereké puedan estudiar en cuatro nuevas aulas y que una de ellas sea informática, para que se puedan conectar con nuestros chavales de aquí y mantener de esa forma un contacto cercano que les permita conocerse mejor y así contribuir a paliar todas las deficiencias que sufren.

La África negra sigue siendo el continente de la pobreza, sigue liderando todos los récords de enfermedades, subdesarrollo, hambre, pobreza, guerras y muerte, en definitiva, miseria, mucha miseria, siendo precisamente los principales protagonistas de esta larga y triste lista negra de incomprensión, por nuestra parte, los niños; ellos son los que primero se mueren de la malaria, por el hambre, en la guerra, incluso son utilizados como carne de cañón y dentro del subdesarrollo en el que viven son explotados para que nosotros podamos vestir ropa deportiva de marca.

Es difícil dar solución a todos estos problemas, parece incluso imposible ser capaz de erradicar el hambre en un mundo como el nuestro, en donde a unos nos sobra de todo y a otros les falta todo, incluso lo más necesario para subsistir, pero no podemos, no debemos conformarnos con esa triste realidad, debemos concienciarnos de que es posible ir dando pequeñas soluciones a un conflicto global.

Si no somos capaces de empujar entre todos para que los gobiernos se conciencien de la necesidad de ayudar a estos países, no dándoles pescado en conserva sino enseñándoles a pescar, para que así puedan ser independientes algún día, la historia nos juzgará como lo que somos: unos auténticos negreros.

Y lo digo así, negreros, pues de igual forma que siglos atrás los íbamos a buscar a África y los traíamos en barcos, en donde se morían antes de ser esclavizada una buena parte de ellos, hoy en día consentimos que en esas patéticas embarcaciones (cayucos) sean ellos los que vengan, ¿cuántos se estarán muriendo antes de llegar a nuestras costas?, ¿y luego qué hacemos, los ponemos a trabajar en lo que nosotros no queremos hacer y encima somos capaces de acusarlos de delincuentes o pedirles un contrato en el que asuman que son eso ¡nuestros esclavos! del siglo XXI.

Debemos evitar que todo esto siga ocurriendo, podemos colaborar para dar solución a pequeños problemas, es cierto, pero poco a poco y caminando todos juntos algún día podremos ver un nuevo horizonte sobre esta tierra tan maltratada por sus propios pobladores.

A eso les invito a todos, a participar activamente en esta campaña «Hermano Bembereké» depositando en la cuenta corriente abierta en todas las sucursales de Cajastur de Asturias una pequeña cantidad, para compartir, en definitiva, con nosotros la posibilidad de un mundo mejor.

Gracias a Cajastur, a la Fundación Emilio Barbón, al Principado de Asturias y a los ayuntamientos de San Martín del Rey Aurelio, Aller, Avilés, Tineo, Cangas de Onís, Parres, Llanes, Gijón y otros muchos que ya están con nosotros, y a todos ustedes, que seguro que se acercarán a la cuenta corriente «Ayuda a Bembereké» y dejarán en ella un poco de sus ilusiones por un mundo mejor.

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Marcia Barreñada es alcalde de Laviana.