Pozu Funeres (Laviana),

L. M. D.

El acto de homenaje a los socialistas ejecutados en el Pozu Funeres, en Laviana, se convirtió ayer en una reivindicación de uno de los símbolos más tradicionales de los partidos de izquierdas: el puño en alto mientras se canta la «Internacional». Esta semana, tras el acto la fiesta astur-leonesa de Rodiezmo, el PP había comparado el puño en alto con los saludos fascistas (con el brazo y la mano estirados). «Éste es un símbolo de libertad, una libertad por la que murieron muchas personas, como las que fueron arrojadas a este pozo», afirmó el secretario de organización de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Jesús Gutiérrez.

El homenaje en el Pozu Funeres comenzó al mediodía. Previamente, unas 200 personas habían caminado varios kilómetros por los montes de Peña Mayor para llegar al punto de encuentro, la sima a la que, en 1948, las fuerzas franquistas arrojaron a 22 personas de Laviana, San Martín, Piloña y Bimenes. En el homenaje intervinieron, como presentador, el ex alcalde de Laviana Pablo García; el teniente alcalde de Laviana, Miguel Barbón; Eva Casielles, de Juventudes Socialistas; Pepe Noja, presidente de honor de la agrupación socialista de Laviana; José María Solís, secretario general de la agrupación lavianesa, y Jesús Gutiérrez. La mayor parte de los participantes -Barbón, Noja, Solís y Gutiérrez- defendieron con sus palabras el símbolo del puño en alto como «signo de lucha contra la opresión, contra la dictadura, un símbolo por la democracia». «Nada tiene que ver con el símbolo fascista», apuntó Gutiérrez, que añadió: «A más de uno del PP que ha criticado lo del puño seguro que llega a casa y le gusta estirar el brazo y la mano».

En Funeres, además de la reivindicación del símbolo socialista, también se trataron otros temas de actualidad, como la ley de Memoria Histórica, la subida de impuestos y el transfuguismo. José María Solís calificó de «inaceptable» que el juez Baltasar Garzón «tenga que pasar a declarar» por tratar de «solucionar el problema de las fosas del franquismo en España». El secretario de organización de la FSA inició su discurso saludando a un grupo de simpatizantes del País Vasco y lamentando que el PP asturiano «no sea tan responsable» como el de Euskadi. «Deberían colaborar para tratar de salir de la crisis, pero siempre antepone sus intereses partidistas», aseveró Gutiérrez, que atacó a los populares por su «desunión». «Quieren hacer creer que el PSOE asturiano no está unido, cuando en su congreso un candidato, Juan Morales, que tuvo casi el 40 por ciento de los apoyos, ha tenido que dejar el partido». El secretario de organización de la FSA también recordó los casos de varios concejos, como el de Mieres, «donde se quiere echar del PP a los que apoyaron a Morales».

Respecto al anuncio de subida de impuestos, Gutiérrez justificó la medida del Gobierno central argumentando que es necesario «garantizar la cobertura social de las clases más desfavorecidas» y recordó que «en ciudades como Oviedo, gobernada por el PP, también se han subido, y mucho, sus impuestos y tasas. Pero no para favorecer a la gente, sino para tapar su nefasta gestión». Jesús Gutiérrez también reclamó al PP «ser consecuente con el pacto antitransfuguismo». «Se va a ser contundente con la gente de Benidorm (incluida la madre de Leire Pajín, secretaria de organización del PSOE). Ojalá el PP también lo fuera, porque hay decenas de municipios donde no lo hace. Sólo hay que mirar a Cangas del Narcea», donde «expulsó a los concejales por apoyar a Morales, no por sus pactos con tránsfugas».