Langreo, L. M. D.

El distrito langreano de Barros cuenta desde ayer con un nuevo parque, tras la conclusión de las obras de reforma y mejora del entorno de la antigua escuela y de su cancha deportiva. El Ayuntamiento de Langreo, además, anunció que el edificio del viejo colegio público, que lleva unos tres años cerrado, servirá para albergar una ludoteca.

La alcaldesa de Langreo, Esther Díaz, la consejera de Administraciones Públicas, Ana Rosa Migoya, y el director general de Administración Local, José Luis Montes, acudieron a Barros a inaugurar con los vecinos de la zona el parque. Migoya explicó que las obras de este espacio público se realizaron «en colaboración entre el Principado y el Ayuntamiento». El Gobierno regional aportó 70.000 euros y el municipal 36.000 para sufragar los 106.000 euros que costó la obra. El parque cuenta con zona de paseo, jardineras, mobiliario urbano y zona de juegos infantil. Esther Díaz anunció que tras la remodelación del parque «estamos preparando un nuevo proyecto» para la misma zona de Barros: «La antigua escuela cesó su actividad hace unos años. Ahora estamos trabajando en el proyecto de una ludoteca. Así configuraríamos un espacio de ocio infantil y para mayores muy importante», aseveró la alcaldesa de Langreo.

Antes de la inauguración del parque, Díaz y José Luis Montes habían visitado las obras de mejora del abastecimiento de agua de La Nueva, que, tal y como se indicó, están ejecutadas «al 80% aproximadamente». Estos trabajos, además de mejorar el suministro de la localidad del valle del Samuño, servirán para «permitir el futuro enganche a la red principal» de dos de los proyectos que se están desarrollando en la zona, el ecomuseo del valle del Samuño y el polígono industrial de El Cadavíu. «Hasta ahora», explicó la alcaldesa de Langreo, «el bombeo de agua hasta La Nueva tenía poca potencia. Con las nuevas obras se solucionará este problema y, además, permitirá el enganche en el futuro de todos los equipamientos que se están preparando en la zona». Estas obras, que cuestan un millón de euros, están financiadas al 50 por ciento por Principado y Ayuntamiento. Además, la zona por la que discurren las tuberías se ha transformado en «un carril bici entre El Cadavíu y La Nueva».