El Entrego,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

Sin actividad y sin trabajadores. Así se encuentran las instalaciones de la compañía de cartografía Venturo XXI en la Güeria Carrocera. Según explicaron ayer representantes del comité de empresa, la compañía presentó el pasado jueves en el juzgado un expediente de extinción de empleo que afectará 67 de los 73 empleados. Sólo quedarán excluidos de la medida una parte reducida del personal directivo y de administración. Además desde el viernes, la actividad en la empresa ha quedado prácticamente paralizada. Mientras se dilucida la aprobación del expediente, la compañía ha instado a los trabajadores a tomar los días de vacaciones que tenían pendientes o, en caso de haberlos agotado, firmar permisos retribuidos. «Lo que quieren es que ya no vengamos por el centro de trabajo», indicó Miguel Fernández, secretario del comité de empresa.

Venturo XXI, una de las empresa emblemáticas de la reactivación económica y símbolo del desembarco de firmas tecnológicas en la comarca del Nalón, entró a comienzos del pasado mes en proceso de concurso de acreedores. Los trabajadores ya tenían conocimiento desde entonces de la intención de la empresa de plantear un ERE de extinción de empleo, una medida que se formalizó el pasado jueves. «El expediente afecta a 67 de los 73 trabajadores. Sólo van a quedar seis personas, directivos y administrativos fundamentalmente, para coger el teléfono y cerrar la empresa; de producción no queda nadie», apuntó Fernández.

Esta medida ha precipitado, en la práctica, la paralización de la actividad de la firma cartográfica. «En las últimas semanas la carga de trabajo había disminuido por el concurso de acreedores, pero desde el viernes la actividad está casi parada; sólo estarán trabajando unos días más unas pocas personas para rematar algunas entregas», apuntó el representante sindical. Y añadió: «Han dado vacaciones y permisos retribuidos a los empleados afectados por el expediente de extinción para que no volvamos por el centro de trabajo». Fernández indicó que estos movimiento son un paso más hacia la liquidación de la empresa y manifestó que la única solución es estos momentos es la aportación de capital por parte de algún inversor, ya sea público o privado.

En el inicio de su actividad, hace cinco años, Venturo obtuvo 1,6 millones de subvención de fondos mineros para sus promotores privados más 1,2 millones de la participación accionarial suscrita por Sadim, Sodeco y la Sociedad Regional de Promoción. La situación actual de la empresa ha generado un profundo malestar entre los sindicatos, que acusan a la Administración de no supervisar convenientemente la gestión de esos recursos. «La Consejería de Empleo debe garantizar la continuidad de Venturo XXI con la búsqueda de nuevos socios o aportando el capital que sea necesario», indicó ayer CC OO.