El Entrego, L. M. D.

Venturo XXI tuvo en sus tres primeros años de vida, hasta el 31 de diciembre de 2008, pérdidas por valor de 2.985.090 euros, casi el triple de la cantidad recibida por los fondos mineros. Su peor año, 2008, acumuló una deuda de 1.780.391 euros, duplicando la del año anterior. Ese mismo ejercicio fue cuando los promotores de Venturo XXI compraron su sede en el valle de La Güeria (El Entrego) a Hunosa, por un montante de 382.000 euros. Para el pago de las instalaciones la compañía logró un crédito hipotecario de 600.000 euros, sobre una tasación de 3,5 millones. Venturo XXI se encuentra ahora en concurso de acreedores, y 73 trabajadores podrían perder su empleo.

En su primer ejercicio, la empresa cartográfica propiedad de los hermanos Manuel y José Antonio Coronado (51%), de Sadim (21%), la Sociedad Regional de Promoción SRP, 21%) y Sodeco (7%), perdió 400.000 euros. Al año siguiente,aumentaron hasta los 804.699 euros, mientras que en el último ejercicio del que existe un balance y una cuenta de resultados cerrada en el registro mercantil, 2008, las pérdidas se dispararon, duplicándose respecto al año anterior y llegando a los 1.780.391 euros.

En total, esta deuda acumulada hasta el 31 de diciembre de 2008 alcanza casi los tres millones de euros, y casi triplica la ayuda de fondos mineros que, según el consejero de Industria, Graciano Torre, se llevó Venturo XXI. La semana pasada, en la Junta General del Principado, Torre desveló que la cartográfica recibió 1.181.256 euros. La empresa, además, obtuvo de Sodeco un crédito «blando» valorado en 2 millones de euros. Fuentes relacionadas con la empresa indicaron que este préstamo, pese a las pérdidas que se fueron acumulando en la comapañía en sus tres primeros años de vida, no se había comenzado a devolver a finales de 2008.

Estas mismas fuentes pusieron en entredicho la intención del consejo de administración de la empresa -formado por los hermanos Coronado, Víctor González Marroquín por la SRP y Manuel Fernández (Sadim)- de dar continuidad a la empresa tras el expediente de regulación de empleo (ERE) que se llevó a cabo en Venturo XXI a principios del año pasado. Según explicaron, antes de esta fecha la compañía contaba con tres personas dedicadas a la captación de clientes en el departamento comercial. Tras esta regulación, la firma retomó su actividad normal con una única persona que realizaba estas tareas a media jornada, lo que hizo más difícil la obtención de nuevas adjudicaciones que beneficiasen la continuidad de la actividad de la empresa.