Oviedo, L. M. D.

El consejero de Industria y Empleo, Graciano Torre, desveló ayer que una nueva empresa se ha sumado a la puja por Venturo XXI. De esta forma, serían ya cuatro, y no tres, las compañías que podrían tomar el relevo de la cartográfica en las instalaciones del antiguo pozo Venturo, en el valle de La Güeria. Torre, además, aseguró que el Principado trabaja en un «plan b», del que no dio detalles, para que, en caso de que no se cierre la venta, las instalaciones tengan un uso empresarial.

Graciano Torre compareció ayer en la Comisión de Industria y Empleo de la Junta General del Principado de Asturias para explicar en qué punto se encuentran las negociaciones para vender la empresa cartográfica Venturo XXI. El Consejero puso a los parlamentarios asturianos en antecedentes: la empresa está inmersa en un concurso de acreedores, del que se conoce su informe provisional desde el 15 de junio. La firma despidió durante el proceso a 67 de los sus trabajadores. A preguntas del diputado del PP José Agustín Cuervas-Mons, explicó que hasta no se conozca el informe definitivo del administrador concursal será «muy difícil» que cualquiera de las empresas interesadas en la compra de Venturo XXI presente ofertas. «Una vez la firma esté en fase de disolución lo veo menos complicado», aseveró Graciano Torre.

El responsable de la cartera de Industria del Principado apuntó que el mercado de la cartografía, al que se dedicaba la empresa, «se ha caído, está a cero», y que por este motivo las empresas con las que se están manteniendo conversaciones no son compañías directamente relacionadas con el sector. Torre anunció en su comparecencia que el número de empresas interesadas en la adquisición «son cuatro», ya que a las tres que inicialmente vigilaban la situación de Venturo XXI se le ha añadido otra firma, «con la que en un principio contactamos y no tenía interés, pero que ahora tal vez sí se incorpore a las negociaciones». Pese a que los contactos continúan, el Consejero de Industria reconoció que la compra es «difícil», más teniendo en cuenta «que estamos en tiempos de crisis». Otro de los obstáculos que ralentizan el proceso es la elevada deuda que arrastra Venturo XXI, «4,7 millones de euros», especificó Torre, que además es, en su mayor parte, «pasivo que no admite rebaja». Esto quiere decir que los acreedores son organismos con los que no se puede negociar y reducir la deuda, como la Seguridad Social y Hacienda.

El objetivo, es en todo caso, mantener la actividad empresarial en el antiguo pozo Venturo. Así, Torre aseveró que de no llegar a buen puerto las negociaciones con las empresas, y a la espera de «los informes jurídicos», el Principado tiene «un plan b para que siga la actividad». El consejero no especificó en qué podría consistir este plan. Respecto a la recuperación de las ayudas concedidas a los accionistas privados de la empresa, los hermanos Coronado, el Consejero aseveró que «ya se han tomado medidas judiciales para recuperar este capital» (545.000 euros la SRP, 545.000 Sadim y 180.000 Sodeco), y que estas reclamaciones «no van contra la sociedad, se toman directamente contra el patrimonio personal de los empresarios». «Queremos conseguir que siga habiendo actividad en el pozo Venturo», concluyó su intervención Graciano Torre.