Rioseco, L. M. D.

La Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras del Principado de Asturias ha dado luz verde a la reforma de la ruta del Alba (Sobrescobio), que prevé el hormigonado de la senda en el tramo comprendido entre el Puente del Retortoriu y el Puente de La Vega. Medio Ambiente ha rechazado la mayoría de las alegaciones presentadas en contra del proyecto por los grupos conservacionistas, IU-Los Verdes y el Bloque por Asturies (BA). La declaración de impacto considera «ambientalmente viable» la obra y las únicas modificaciones que se admiten al proyecto original, que levantó una fuerte polémica, son las que obligan a sustituir barandillas metálicas por vallas de madera y a la utilización de hormigón «natural», y no el coloreado previsto inicialmente.

El Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) publicó ayer la resolución «favorable» del Principado a la ejecución de la obra, que en los presupuestos autonómicos de 2011 cuenta con una partida presupuestaria de 356.078 euros. Los trabajos se dividen en dos fases: la primera, entre el Puente del Retorturiu y el Puente de La Vega, es el más polémico porque recoge el hormigonado de la senda, ampliamente criticado por los grupos ecologistas, por IU y por BA, aunque los vecinos se han mostrado favorables al proyecto. La segunda parte de la obra se corresponde al tramo entre La Vega y La Cruz de los Ríos, en la que «sólo se acometerán obras tendentes a rellenar cárcavas y derrumbes», así como a sustituir las vallas de seguridad.

En el visto bueno del informe, la Consejería desoye la práctica totalidad de las alegaciones presentadas contra el proyecto, en las que, entre otras cosas, se reclamaba la sustitución del hormigón por otros materiales «menos agresivos», se criticaba el coste de la actuación y se hacía hincapié en los posibles perjuicios medioambientales de la obra, que afecta a un monumento natural situado en una zona protegida que es Reserva de la Biosfera. Los únicos cambios aprobados son los que desechan utilizar un hormigón coloreado para acometer el proyecto y la sustitución de unas vallas de metal por barandillas de madera. Además, en la declaración de impacto se enumeran 39 medidas preventivas para reducir los efectos de las obras.

El proyecto ya surgió con polémica porque el ya ex diputado de IU en la Junta General, Francisco Javier García Valledor denunció que la obra, que ya se había iniciado, no había superado los trámites ambientales necesarios para «ajustarse a la legalidad». Esta circunstancia provocó la paralización de los trabajos, que están pendientes de reanudarse, y un enfrentamiento entre IU y la Consejería de Medio Ambiente.

Desde la Coordinadora Ecologista de Asturias se criticó ayer la decisión del Principado, «que supondrá un gran impacto paisajístico» en «uno de los mejores escaparates del parque de Redes». El colectivo recuerda que en la zona hay «cinco hábitats de interés comunitario».