Langreo, L. M. D.

El ex director del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA), Víctor González Marroquín, ya está prejubilado. El ingeniero de minas firmó ayer el documento que confirma su retiro anticipado, tras reingresar por tan solo tres días en Hunosa, empresa de la que estaba en excedencia desde 2004. El pasado martes volvió para anunciar su intención de prejubilarse y 72 horas después ya estaba fuera definitivamente. Con la prejubilación, a Marroquín le corresponde una indemnización de entre 230.000 y 250.000 euros, además de una pensión mensual superior a los 3.000 euros mensuales, en doce pagas.

El caso de González Marroquín no es excepcional en Hunosa. A lo largo del último plan de empresa, que abarca el periodo 2006-2010, se han producido unas 400 prejubilaciones anuales. Para acceder al retiro anticipado en la empresa minera hay que acreditar 8 años o más de cotización al Régimen Especial de la Minería, tres años de antigüedad en la compañía y tener un contrato fijo. La edad de prejubilación es de 52 años -los que tiene el ex director del IDEPA-, que se pueden rebajar si se aplica el denominado coeficiente reductor, que disminuye la edad de retiro anticipado en función del puesto de trabajo. Los mineros que trabajan en los pozos acceden a la prejubilación con un mínimo de 42 o 43 años, porque se les aplica un coeficiente superior a los trabajadores que desarrollan sus labores en el exterior de las explotaciones y en las oficinas. Los únicos empleados con derecho a indemnización son los titulados medios y superiores, y su retribución, con un tope de 300.000 euros, varía en función del cargo que desempeñen en la hullera.

González Marroquín llega a la prejubilación después de anunciar al consejero de Industria, Graciano Torre, su intención de abandonar el IDEPA, durante el viaje empresarial a Argelia de finales de noviembre. La dimisión se hizo pública el 15 de diciembre y fue efectiva el pasado lunes, cuando firmó su salida del Principado. Marroquín llegó a la dirección del IDEPA en 2004, con el nombramiento rubricado por el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y el visto bueno del secretario general de la FSA y candidato del PSOE, Javier Fernández. Ahora abandona entre críticas sin agotar la legislatura y a cinco meses de las elecciones autonómicas.

Uno de los capítulos más oscuros de su gestión fue el fracaso de la empresa Venturo XXI, que Marroquín impulsó en el valle de La Güeria Carrocera (San Martín del Rey Aurelio) de la mano de los empresarios extremeños José Antonio y Manuel Coronado. La firma recibió cuantiosas ayudas públicas: 1,2 millones de fondos mineros y 2 de un crédito de Sodeco. Cinco años después, acuciada por las pérdidas, se encuentra en fase de disolución.