Langreo, L. M. D.

La empresa Sodes, ubicada en el polígono industrial de Meriñán, en Lada (Langreo), cerrará por completo en los próximos días, dejando sin empleo a 16 trabajadores fijos. La factoría de la compañía en Langreo, que en épocas con picos de actividad llegaba a los 70 empleados, se ha visto arrastrada por la mala situación económica de todo el Grupo Sodes, que ha acabado por arrastrar a la fábrica de Meriñán. La firma, en concurso de acreedores, no ha podido mantener la actividad en Lada pese a que tenía carga de trabajo suficiente como para seguir en funcionamiento al menos todo este año.

Sodes es un grupo especializado en ingeniería, fabricación, montaje, mantenimiento y construcción para los sectores químico, medioambiental, energético, industrial y petroquímico. La división situada en el polígono de Meriñán se dedica fundamentalmente a la fabricación. Pese a tener aún pedidos, la fábrica cerrará sus puertas en breve, lastrada por el agujero económico que arrastra todo el grupo, que tenía presencia en Cataluña, Madrid, México, Panamá y China.

A principios de este año, el Grupo Sodes anunció el despido inmediato de 120 de sus empleados, a los que a lo largo del año se iban a sumar 45 más. También se preparaba un expediente de extinción de empleo para otros 80 empleados de la división de mantenimiento de la compañía. En un principio iba a mantenerse la actividad a lo largo de este año en Meriñán, que acoge la división de fabricación de Sodes. Sin embargo los planes se han modificado, y ahora la factoría Langreana también va a cerrarse. En Meriñán, Sodes contaba con una plantilla de 16 trabajadores fijos, a los que, en épocas con abundancia de pedidos, se les sumaban empleados de otras divisiones del grupo como refuerzo, llegando en ocasiones la planta a contar con entre 65 y 70 empleados trabajando en ella.

El Grupo Sodes nació en 1982, con capital íntegramente asturiano, y se especializó en el montante y construcción de proyectos llave en mano, focalizados sobre todo en los sectores energético y químico. En su cartera de clientes, Sodes tenía a grandes multinacionales nacionales y extranjeras. La crisis, sin embargo, ha paralizado o ralentizado decenas de proyectos en distintos países en los que estaba previsto la participación de esta compañía asturiana. En 2009, el grupo había anunciado una inversión de 8 millones para una nueva sede corporativa, que iba a ser también centro de investigación y desarrollo, en el Parque Tecnológico de Llanera.

Con el cierre de Sodes Fabricación, el polígono industrial de Meriñán pierde una de sus empresas más emblemáticas, ya que llevaba muchos años instalada en el mismo lugar. La factoría de Lada, de unos 8.000 metros cuadrados de superficie, estaba especializada en la fabricación y suministro de calderas industriales (cogeneración, térmicas convencionales, ciclos combinados, termosolares, biomasa), el curvado de tuberías y la fabricación de piezas especializadas y recipientes a presión.