Langreo, L. M. D.

Museo de la Siderurgia... y de la imprenta. Desde ayer el Musi expone en el refrigerante de Valnalón, con piezas originales, cómo era una verdadera imprenta de la comarca. Los fondos han sido cedidos por la familia propietaria de la Imprenta Cervantes de Sama, que permaneció abierta hasta hace poco tiempo y que inició su actividad en 1944.

En el acto de ayer, que se produjo coincidiendo con el Día del Libro, se firmó la cesión al Musi de las piezas, que ya se han instalado en el lugar que ocupaba la tienda del museo. Marcial Álvarez, el donante de los fondos de la imprenta, indicó que para la familia había sido «difícil» la decisión de ceder las máquinas, pero que «de esta forma sentimos que contribuimos a que se conozca una parte de la historia de Langreo». Mónica García, del Museo de la Siderugia, explicó la vinculación entre la industria y la actividad de las imprentas en Langreo, de las que había siete en los años 60. «El desarrollo industrial impulsó la actividad de las imprentas, sus clientes eran las empresas, las fábricas, los talleres. La actividad cultural y festiva ya era muy alta entonces» a consecuencia de este desarrollo económico.

La alcaldesa de Langreo, Esther Díaz, destacó en el acto que el Musi es «un museo que está muy vivo» pese «a las dificultades», y aseguró que el Ayuntamiento seguirá apostando «por este proyecto museístico». Suni Torre, gerente del Musi, apuntó por su parte que se ha «sacrificado» la tienda del museo en favor de ampliar el espacio de exposición con la imprenta, y agradeció la cesión a Marcial Álvarez y su familia. Torre anunció además que el Museo de la Siderurgia ha editado un nuevo folleto que incorpora todos sus nuevos fondos, que se renovará la web y que ya hay un nuevo espacio para niños en el centro.