Langreo, M. Á. G.

Los representantes de la Unión de Guardias Civiles de Asturias manifestaron sentirse «perplejos» ante el hecho de que el cuartel de Langreo no haya sido declarado en ruina, pese al avanzado estado de deterioro de las instalaciones. Así los hicieron saber los responsables de la organización en la reunión que mantuvieron con los ediles de Urbanismo (María Fernández) y Seguridad (José Manuel Álvarez) de Langreo. En el encuentro, la Unión de Guardias Civiles reclamó el desalojo urgente de las dependencias y el traslado al nuevo cuartel de la calle La Unión. La entrega del edificio -concluido hace más de un año- permanece bloqueada por Sogepsa debido al conflicto que mantiene con el Ministerio de Interior por el pago del IVA.

La reunión celebrada el viernes con el grupo municipal del PSOE se enmarca en la ronda de encuentros promovidos por la organización con todos los partidos. Los ediles socialistas expresaron a los representantes de la Unión de Guardias Civiles las «numerosas gestiones» realizadas por el Gobierno local para desbloquear la apertura del cuartel. Por su parte, los responsable del colectivo, que ayer reiteraron la petición de que el actual acuartelamiento se declare en ruina, expusieron su preocupación ya que «son varias las quejas efectuadas por usuarios, se vulneran los derechos más elementales de las personas que son conducidas a los calabozos de esas instalaciones y existe un riesgo evidente de que pueda suceder cualquier desgracia en forma de accidente». Y añadieron: «En la reunión nos han informado que el actual edificio no está técnicamente en ruina. Entendemos que, a pesar de la calificación técnica de no estar en situación de ruina, que nos deja perplejos, entraña riesgos evidentes de accidente».

En este sentido, la Unión de Guardias Civiles explicó que desde el grupo socialista «se nos traslada su temor de que en caso de que se declare el actual edificio en ruina, supondría su inmediato desalojo y consecuentemente la marcha de la Guardia Civil del municipio, y que ha habido casos similares que se han utilizado para quitar a la Guardia Civil de esas zonas. Hemos apelado a la responsabilidad de que lo prioritario es el desalojo para evitar accidentes y se les ha hecho ver que es posible que la declaración de ruina del actual edificio suponga que se active la apertura del nuevo cuartel, ya que no es fácil reubicar a más de sesenta agentes».

Los representantes de la Unión de Guardias Civiles también fueron informados de que la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón ha solicitado una licencia de obra para el aseguramiento de la fachada del actual cuartel, «lo que supone el colmo de la desfachatez. Es un auténtico despropósito que ahora se pretenda hacer una inversión en una instalación que, no olvidemos, tiene licencia de derribo desde 2007».

Las viviendas del cuartel de la Guardia Civil de Langreo -en las que todavía residen cinco familias- están en «situación de insalubridad» y «no cuentan con ninguna condición de habitabilidad», según un informe elaborado por el arquitecto municipal. El documento, elaborado semanas atrás, también destaca las «continuas caídas de cascotes» a la vía pública, que ya han producido lesiones a los transeúntes. En la imagen, la fachada principal del cuartel de Langreo, acordonada para prevenir accidentes.