Langreo, L. M. D.

El Hospital Valle del Nalón de Riaño ha recibido el premio a la Mejor Idea de la Sanidad del Año, en el apartado de «Iniciativa legal, ética y deontológica», que entrega Diario Médico, publicación especializada en sanidad. En el premio se reconoce la «labor diaria de aquellas personas, instituciones o empresas que han ayudado a mejorar la medicina, la asistencia sanitaria y la salud de las personas» a lo largo del año.

La guía por la que se ha premiado al Hospital de Riaño es de obligado cumplimiento en todos los centros del Área Sanitaria VIII, la que corresponde al valle del Nalón. El documento, presentado el pasado mes de mayo, se hizo en forma de tríptico y se dividió en tres bloques principales: la confidencialidad e información sanitaria, confidencialidad e intimidad y confidencialidad e historia clínica. El proyecto se desarrolló por un equipo multidisciplinar coordinado por el responsable de Calidad del hospital y secretario del comité de Bioética, Bernabé Fernández.

En la guía se incide en que «el titular del derecho a la información» es el paciente, y que las personas de su entorno sólo serán informadas en la medida que el usuario quiera. El propio paciente, además, puede optar por no ser informado, y prohibir que los datos de su proceso se den. La decisión debe ser respetada y constar en la historia clínica. Los médicos, además, deben evitar hacer «comentarios en espacios públicos». La información, además, debe proporcionarse, según indica la guía, en lugares «específicos» o reservados. La información confidencial, además, no debe transmitirse por teléfono.

El documento establece otra serie de buenas prácticas como la llamada «intimidad corporal». De esta forma, en las exploraciones físicas estarán presentes el mínimo número posible de profesionales. Durante estos procedimientos las puertas de las habitaciones o las estancias deberán estar cerradas, y utilizar cortinas separadoras si el paciente está acompañado en la habitación.

El manejo de la información también se trata en la guía. Por ejemplo, el paciente tiene derecho a acceder a la documentación de la historia clínica y tener copia de los datos; los profesionales que accedan a esta información quedan sujetos al deber de secreto y los desplazamientos con estos informes deben hacerlos siempre «personas autorizadas».