El Entrego, L. M. D.

La Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Principado de Asturias ya ha iniciado la tramitación del expediente que declarará como Bien de Interés Cultural, con categoría de «monumento», del pozo Sotón, situado en El Entrego (San Martín del Rey Aurelio) y que es propiedad de la empresa pública Hunosa.

Según se establece en la resolución de la Consejería, las partes del pozo que se quieren declarar como Bien de Interés Cultural son los dos castilletes, la casa de máquinas y las oficinas sindicales. También se delimitará a su alrededor un «entorno de protección provisional» para el pozo, integrado principalmente por «la parcela en la que se asienta», que también incluye, además de los elementos que serán patrimonio, naves de oficinas y comedor, la casa de aseos y «la diversa maquinaria que está expuesta en los jardines a modo de elementos de urbanización». Fuera de esta parcela también se incluyen en la zona de protección «dos elementos de interés» como son las bocaminas de La Sallosa y El Sotón Nueva, así como una sala de ventilación. En total se protegerían unas 14,43 hectáreas de terreno.

El Sotón es uno de los primeros pozos que se profundizaron en la zona central de Asturias (se empezó en 1914), y es por tanto el más antiguo de los que aún siguen utilizándose para la extracción de carbón. La construcción del pozo, que se culminó en 1922, la impulsó la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera, aunque a partir del año 1967 la mina se integró dentro de Hunosa. El yacimiento sobre el que se asienta el pozo Sotón, según explica la Consejería de Cultura, «se venía explotando desde, al menos, el siglo XIX mediante unas minas de montaña bien planificadas», que fueron adquiridas por Duro Felguera a principios del siglo XX.

Recientemente, el geógrafo Faustino Suárez ha publicado un libro dedicado a la historia de este emblemático pozo, que «tiene una importante relevancia desde el punto de vista de la historia de la técnica, de la organización del territorio y del patrimonio industrial». Del pozo llama la atención, entre otras estructuras, su doble castillete, el único caso en la comarca del Nalón, tras la desaparición de uno de los castilletes del pozo Fondón de Langreo.

En 2011, los expertos del Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial (TICCIH), organismo asesor de la UNESCO, incluyeron este pozo, junto a otras siete factorías y paisajes de Asturias, entre los «100 elementos del patrimonio industrial en España».