Langreo,

Miguel Á. GUTIÉRREZ

La nueva línea de la multinacional farmacéutica Bayer en Langreo -un producto de uso veterinario destinado al «cuidado e higiene» de animales- entrará en servicio en 2014. Bayer dedicará este año a completar los trámites de validación del producto, con el objeto de empezar a producirlo y comercializarlo a partir del próximo año. Este nuevo eje de actividad será la cuarta línea de producción de la compañía alemana en Langreo. La factoría de Lada ya produce actualmente ácido acetilsalicílico (principio activo de la aspirina), butafosfán (un estimulante del metabolismo de uso veterinario) y el antimicótico clotrimazol (utilizado en el tratamiento de infección por hongos).

En un primer momento, se había barajado la posibilidad de que la nueva línea pudiese entrar en funcionamiento a finales de este mismo año, pero finalmente la fecha de arranque será 2014, tal y como expresó Manuel Fernández Ortega, director de la planta de Bayer en Lada. «La entrada en funcionamiento de una nueva línea de producción requiere un amplio proceso administrativo y unos trámites de validación del producto que cambian de unos países a otros», argumentó Fernández Ortega, para añadir a continuación: «Ahora estamos inmersos en esa fase por lo que la producción no se iniciará hasta el próximo año».

La otra línea de producción de compuestos veterinarios de Bayer en la planta de Lada, el butafosfán, ha alcanzado en los últimos ejercicios las 40 toneladas. Sin embargo, la previsión pasa por duplicar ese volumen antes de 2015. La producción pasará así a unas ochenta toneladas en tres años. Asimismo, también se prevé un crecimiento de la línea de antimicótico clotrimazol, que en los últimos años ha superado su récord de producción en las instalaciones de la multinacional alemana en Langreo.

Por otro lado, el plan de expansión de Bayer para incrementar la producción de ácido acetilsalicílico, que se completará antes de un año, permitirá a la factoría langreana pasar de generar 4.800 toneladas al año a alcanzar las 6.000. Lada pasará de esta manera a aportar el 100 por ciento del ácido acetilsalicílico necesario para elaborar los 200 millones de unidades de Aspirina que se consumen actualmente en el mundo. Este horizonte de plena producción ya se había alcanzado en años anteriores en la planta de Langreo de forma esporádica, pero ahora se consolidará de forma sostenida gracias a la ampliación de las instalaciones.

Las previsiones de Bayer, según los estudios que maneja la compañía, es que el consumo de ácido acetilsalicílico aumente en los próximos años entre un 5 y un 8 por ciento por ejercicio. Buena parte de este crecimiento viene derivado del incremento de la demanda de cardioaspirina (comercializada en España bajo la denominación de Adiro) en el mercado europeo y, especialmente, en Estados Unidos. Si se cumple con esas expectativas de crecimiento, la plantilla de Lada podría aumentar. El plan de ampliación de la capacidad productiva permitirá instalar nuevos equipos en las distintas etapas de fabricación, en concreto en los procesos de cristalización, centrifugación y secado, e incrementará la capacidad en las instalaciones auxiliares de energías y destilaciones.

La planta de Lada es el primer paso en el proceso de fabricación de Aspirina. Allí se elabora el principio activo del fármaco, que después se lleva a otros centros de producción de la multinacional alemana repartidos por todo el mundo en los que se acomete la fase de elaboración de comprimidos y presentación comercial del producto. En concreto, en las instalaciones de Langreo se trata el ácido salicílico con anhídrido acético, un compuesto derivado de un ácido. A partir de ese proceso se obtiene el ácido acetilsalicílico, principio activo de la Aspirina.

El principio activo -en forma de polvo, que es como se comercializaba en origen Aspirina a comienzos del siglo XX- se exporta a cinco plantas de Bayer HealthCare (la división de salud de la compañía) para hacer los comprimidos. El ácido acetilsalicílico producido en Langreo se comprime en pastillas según sus distintas presentaciones: grageas, efervescente, masticable o granulado en la factoría alemana de Bitterfeld, cerca de Leipzig; en Indonesia, donde se realiza una pequeña parte de la producción; en Myerstown, cerca de Nueva York (Estados Unidos); en México; y en Argentina.