El Gobierno de Langreo condiciona la apertura del tren minero de Samuño -el equipamiento principal del ecomuseo turístico proyectado para la zona- a la aprobación del presupuesto municipal. Responsables de Ejecutivo local expresaron que la puesta en marcha del servicio requiere una inversión garantizada que debe aparecer en las cuentas municipales. Por lo tanto, hasta que el presupuesto no esté atado, no se decidirá la apertura del tren turístico. En un principio, la previsión del Ayuntamiento era inaugurar la instalación a lo largo de este mes de marzo o principios de abril.

El tren minero de Samuño requerirá una plantilla de cinco trabajadores y generará un coste anual superior a los 200.000 euros. La gestión del equipamiento será municipal, aunque el Ayuntamiento pretende firmar un convenio con la sociedad estatal Tragsa, que ya se ocupó del desarrollo de la obra, para organizar el mantenimiento del ferrocarril turístico langreano. De esta forma, a cambio de un pago anual por parte del Consistorio de 200.000 euros, Tragsa -firma dependiente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)- se ocupará de la contratación de dos guías y dos maquinistas. Asimismo, se encargará de la conservación y mantenimiento de las vías, las locomotoras y los espacios verdes de la nueva instalación turística.

Las tarifas para subirse al tren minero del valle de Samuño oscilarán entre los 4 y los 30 euros. El servicio, según las previsiones de partida del Ayuntamiento, funcionará los viernes, sábados, domingos y festivos, y será necesario reservar plaza. El ferrocarril turístico tendrá capacidad para 54 personas y el objetivo del Consistorio es aprovechar al máximo los viajes, de ahí la pretensión de planificar la organización de los grupos de viajeros por adelantado, previa reserva. La cifra máxima de visitantes prevista es de 24.000 personas al año, aunque el Ayuntamiento considera que ya «sería satisfactorio» alcanzar el 60 o70 por ciento de esa cifra.

El tren minero está incluido en los contenidos del ecomuseo de Samuño, un proyecto que ha supuesto un coste superior a los 6,5 millones de euros y que también incluye zonas expositivas.