Pola de Laviana, J. A. VEGA

Beatriz Menéndez, pedagoga y experta en temas de igualdad y ocio, reflexionó en el CIDAN de Pola de Laviana sobre la importancia del tiempo libre de los más pequeños. Su intervención estaba enmarcada en el ciclo «Educación y familia» que organiza la Concejalía de Educación, en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

Beatriz Menéndez comenzó su intervención hablando del tiempo libre como oposición al tiempo ocupado. Cuando ese tiempo libre aporta algo más que descanso se convierte en tiempo de ocio. Ese concepto del ocio nace en la antigua Grecia donde se veía como una forma de desarrollo personal. Con la llegada de la Revolución Industrial se primaba el tiempo productivo, por lo que el ocio quedó relegado a las clases altas, ya que las clase bajas lo consideraban ociosidad. Ahora estamos volviendo a la concepción original porque «es descanso, salimos de la rutina, es diversión y desarrollo porque nos permite nuevas experiencias y conocernos más como personas».

La ponente comentó que el tiempo libre favorece la psicomotricidad, la participación social, la consolidación de la identidad cultural, las relaciones personales, la interiorización de los valores humanos y disfrutar de la vida. Al hablar del tiempo de los niños indicó que está supeditado al nuestro y muchas veces «las actividades no son elegidas por ellos, sino impuestas». Es muy habitual que se les cargue de actividades extraescolares, haciendo una sobrecarga del tiempo

Y realizó algunas recomendaciones para el ocio de los niños. Lo primero es aparecer como modelo, porque «si leemos un libro o un periódico nos van a imitar». Pero insistió en que «hacer actividades en familia no es ir junto a los hijos a los sitios, sino que es el momento para conocerse, estrechar lazos y comunicarse». Menéndez apostó por el apoyo y estímulo, «haciéndoles ver que las cosas son importantes y merecen la pena».

El juego es importante durante toda la vida, siendo el verdadero motor de aprendizaje primario en la infancia. Beatriz Menéndez dio importancia al aburrimiento de niños y niñas, sentenciando que «aburrirse es bueno y necesario». Las personas adultas no nos aburrimos porque hemos aprendido a llenar el tiempo por eso «es bueno que sirva a los niños para que inventen y gestionen su tiempo, no dependiendo de nadie».

Preguntada por los problemas que pueden acarrear el uso que los hijos hacen de las redes sociales recalcó que «no podemos sustraer los medios electrónicos en el tiempo libre, pero sí controlarlos».