Langreo, L. M. D.

En el pleno de Langreo de ayer no hubo sorpresas, porque la modificación de la normativa sobre la instalación de barras exteriores durante las fiestas, y que incluirá a las asociaciones además de a los hosteleros, salió adelante con la única oposición de Foro Asturias. Lo que sí hubo fue mucha tensión, porque una treintena de empresarios del sector asistió a la sesión con pancartas reivindicativas, rechazando la intención de ampliar a las asociaciones la capacidad de instalar «chiringuitos» durante las principales fiestas. La nueva normativa sigue ahora su tramitación, y en breve se abrirá el plazo para presentar alegaciones. Un periodo en el que los hosteleros ya han anunciado que van a plantear sus reivindicaciones, y que si se alarga, hará que la ordenanza no entre en vigor hasta pasados varios meses.

La sesión plenaria comenzó de forma tensa. Los hosteleros habían solicitado, mediante un escrito en el registro municipal, poder tomar la palabra durante la celebración del debate para explicar su postura. La alcaldesa de Langreo, María Fernández, rechazó tal posibilidad, algo que «es legal, pero que habla muy mal de la democracia que tenemos», afirmó Javier Fernández, presidente de la junta local de hostelería. La regidora aseveró que la polémica generada con esta modificación de la normativa había «alcanzando más trascendencia de la que tiene». María Fernández afirmó que lo que se intenta es «aunar los intereses de todas las partes, encontrar una solución para todos, sin enfrentar a nadie».

Jesús Sánchez, portavoz de IU, protagonizó un diálogo directo con los hosteleros. Sánchez indicó que las asociaciones también deben poder instalar barras exteriores porque contribuyen de forma decisiva a la dinamización de la vida cultural, y que con sus actividades generan riqueza y mueven la economía, favoreciendo a los propios hosteleros, durante todo el año. Sánchez propuso que este verano se permita ya, tanto a hosteleros como asociaciones, poner barras exteriores, y que en caso de que la fórmula «no funcione o sea muy lesiva para los hosteleros, se revise».

Pedro Leal, de Foro, se posicionó a favor de la postura de la hostelería. Leal criticó que no se dejase hablar a los representantes del sector, indicó que «se está jugando con el pan de esta gente», destacó que en un principio la normativa iba a aplicarse sólo a los hosteleros y no a las asociaciones, que han entrado «a última hora», y subrayó que quienes generan riqueza, «puestos de trabajo, cumplen con Sanidad y acaban financiando las fiestas con sus aportaciones» son los empresarios del sector, a los que al final «se los perjudica con competencia desleal». Rafael Alonso, del PP, favorable a la normativa, indicó que, eso sí, hay que ser «exigente y restrictivo» con las propuestas de instalación de las asociaciones, que deberían cumplir las mismas normas que los hosteleros. Xuacu de Hoyos, de Frente de la Izquierda, respaldó a las asociaciones.