Las asociaciones de discapacitados expresaron ayer su satisfacción con los cambios introducidos en la Ley de Dependencia que permite ampliar la cobertura del asistente personal. Esta figura estaba reservada hasta ahora en Asturias, al igual que ocurría en el resto del país, a los dependientes que necesitaban apoyo para acceder a la educación o al mercado laboral. Ahora también podrán beneficiarse las personas ligadas al movimiento asociativo. En este caso esta Rafael Funes, que cuenta con el grado máximo de dependencia y preside la Asociación de pensionistas San Andrés de El Entrego.

Los representantes en Asturias de la Confederación Coordinadora Estatal de Minusválidos Físicos de España (Cocemfe) indicaron que el asistente personal es «una figura que apenas se había desarrollado y que puede ser muy beneficiosa». Así lo precisó la vicepresidenta de Cocemfe-Asturias, Mónica Oviedo. «Hasta ahora la aplicación de la ley se había centrado mucho en la atención a la dependencia y menos en la promoción de la autonomía personal. Hay muchas personas que trabajan de forma altruista en asociaciones y que pueden verse beneficiadas por la figura del asistente personal».

En términos similares se expresó Javier Rubio Melgar, presidente regional de la Asociación de Parapléjicos y Grandes Discapacitados (Aspaym). «Se trata de una figura muy importante para ayudar en temas de aseo, apoyo o acompañamiento a personas que trabajan o colaboran con asociaciones. Incluso económicamente es más barato este tipo de asistente personal que un recurso residencial».

Por su parte, Rafael Funes anunció ayer que tiene previsto solicitar la prestación del asistente personal esta semana. «Lo que espero ahora es que la persona que me viene cuidado desde hace seis años pueda ser mi asistente personal. Creo que está claro que he estado bien atendido», apostilló.