El centro cultural Vicente Álvarez de Rioseco (Sobrescobio) albergó ayer el II Encuentro de Asociaciones y Voluntarios de las áreas III y VIII (entorno de Castrillón y Valle del Nalón) del Principado de Asturias. Bajo el lema "De la mar a la montaña", en el centro intervinieron ponentes que destacaron el trabajo de voluntariado, cada vez "más necesario" para mantener el bienestar en unos tiempos como los actuales.

El objetivo del encuentro, además, es el de "fomentar la participación social y el voluntariado" entre la mayor cantidad de personas posible. Entre los que ya son voluntarios, además, se intentó "intercambiar experiencias" y recoger, "conocer y promover las buenas prácticas" en este ámbito.

Al acto asistieron más de un centenar de personas (un autocar lleno llegó desde la zona de Avilés), y se inició pasadas las diez y media de la mañana, con la inauguración de las jornadas, en las que estuvo la edil de Cultura, Turismo e Igualdad de Sobrescobio, Tensi Carmona. A continuación se desarrolló la primera conferencia, "Desde la esperanza hacia la felicidad: la resiliencia, una nueva mirada hacia la vida y la comunidad", que impartió Jordi Grané Ortega, jefe de gabinete de la Concejalía de Familia, Infancia y Discapacidad del Ayuntamiento de Barcelona. Grané Ortega subrayó que la resiliencia, es decir, la capacidad de las personas a superar problemas o traumas, es "muy importante". Dentro de estas jornadas de promoción del voluntariado, algunos de los participantes se dedican, precisamente, a dar apoyo a personas con graves problemas, con las que la psicología y la forma de enfocar las dificultades.

Tras una pausa, sobre la una se retomaron las actividades con la mesa redonda "La importancia del trabajo en red", en el que participaron Alfredo Montes, edil de Participación del Ayuntamiento de Castrillón, que ha aprobado un avanzado modelo de participación vecinal en el municipio. También hubo espacio para las experiencias del Conceyu de la Mocedá del Principado, y para Jacinto Braña, director general de Políticas Sociales, que intervino al cierre de la mesa redonda.

Tras la comida, los participantes en las jornadas volvieron al trabajo con la celebración de una mesa de experiencias, en las que pusieron en común sus actividades en diversos ámbitos del voluntariado. Tras el trabajo, llegó el momento del relax, con una hora y media de baile para los asistentes.