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Cosas de Duke

Soso o salado

La situación del Gobierno asturiano socialista tras la retirada de apoyo de IU y UPyD

Soso o salado

En invierno podíamos ver el castillo. Cuando llegó la primavera, los jodidos árboles lo taparon, así que quemamos los árboles. Luego llegó el circo y levantaron una carpa. La carpa ocultaba el castillo, así que incendiamos el circo. Después edificaron una iglesia. El jodido campanario no nos dejaba ver el castillo, así que quemamos la iglesia. Donde había estado la iglesia construyeron una jodida residencia de ancianos. Pensamos en incendiarla, pero los ancianos nos regalaban caramelos, no queríamos lastimarlos. Así que incendiamos el castillo". (Alberto González Vázquez).

El caso es incendiar o destruir algo, lo que sea. Es lo que siempre ocurre con aquéllos que nunca están conformes con nada. Todo está mal para ellos, muchas veces sin razones ni propuestas alternativas. Si no está soso está salado, pero nuca al punto. Como el otro día con los melones de la suegra de mi amigo. ¿Les suena a algo? Excepto cuando hay caramelos. ¡Ay, amigo!, si hay golosinas las cosas cambian un poco. Y tornan por completo cuando te bañan en revoltijo. ¿Ven las similitudes?

En todas las formaciones políticas españolas hubo siempre un incendiario. Un destructor. Y sobre todo cuando a esos partidos les tocó estar en la oposición. ¿Se acuerdan ustedes de un tal Guerra y de un tal Cascos?, ¿y de Pepiño Blanco y de las Sorayas?, de la de antes que está ahora, y de la otra de ahora que no sabe si llegará a estar algún día. Esas cosas ocurren cuando están en la oposición, queman al gobierno sea del signo que sea, pero cuando ellos pasan a ocuparlo -cuando hay caramelos, viruta y poder-, entonces queman a la oposición, aunque hay claros casos en los que queman a diestro y siniestro a no ser, claro está, de que les den un trozo de pastel, esto es que sean llave y tengan que contar con ellos para gobernar como se dieron tantos casos a lo largo de nuestra reciente democracia y también lo es el actual de Cataluña con los de Ezquerra Republicana que ya hicieron lo propio anteriormente con el célebre y nefasto tripartito. Sin duda recordarán las hazañas de un maño-catalán de nombre Josep (Pepe en aragonés) Carod Rovira. Dicho lo cual da toda la impresión que, aquí en Asturias, habiendo renunciado a los caramelos los de IU y el de UPyD, el minoritario gobierno socialista podría llegar a una autocombustión o a quemarse a lo bonzo en los escasos dos años de mandato que les quedan.

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