La Autovía de Riaño (AS-III) entrará en servicio mañana. La Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente ha concluido tras cinco años los trabajos de desdoblamiento de la carretera de los túneles de Riaño (AS-17). Los conductores podrán utilizar la nueva infraestructura, que une el Corredor del Nalón con la Autovía Oviedo-Villaviciosa, a lo largo de la jornada de mañana. Previamente tendrá lugar una visita de responsables de Fomento, entre ellos la consejera, Belén Fernández, que realizarán un recorrido por la AS-III.

Los trabajos, que se iniciaron en marzo de 2009, fueron licitados en 109 millones de euros. De ellos 63,6 millones corresponden a la vertiente langreana, que tiene una longitud de 3,3 kilómetros, y 46 millones a la sierense, de 4,7 kilómetros. La obra de desdoblamiento la AS-17 entre San Miguel de la Barreda y Riaño incluyen la construcción de doce puentes y viaductos, dos vías de servicio y un nuevo túnel. A pesar de desarrollarse de forma simultánea, a efectos administrativos los trabajos fueron divididos en dos fases.

El nuevo túnel construido, del Cadaval, tiene una longitud de 1.173 metros. Por ese paso subterráneo circularán los vehículos que se desplacen en sentido Langreo. Mientras que aquellos que se dirijan a Siero accederán a los dos viejos túneles del primitivo trazado de la carretera de los túneles, que han sido rehabilitados. La duplicación de la vía en Langreo ha sido ejecutada por la unión temporal de empresas (UTE) formada por Dragados y Coprosa. FCC y Alvargonzález acometieron los trabajos en la vertiente sierense.

El plazo establecido inicialmente para concluir los trabajos era de 30 meses. Sin embargo, las complicaciones técnicas y administrativas hicieron necesaria una ampliación del periodo fijado para la ejecución del desdoblamiento de los túneles de Riaño. La obra se enfrentó en su última fase a problemas con un talud e incluyó un acceso a la altura de la gasolinera de Viesques. Los trabajos previstos se incrementaron asimismo con la mejora del acceso a La Zorera. Una actuación que está pendiente de concluir aunque los operarios se centrarán en ella en las próximas semanas, una vez puesta en servicio la autovía.

La obra entró en su fase final el pasado 20 de junio, cuando el tráfico fue desviado a la calzada en sentido Siero para centrar los trabajos en la otra calzada. Los conductores retornaban al trazado de la antigua carretera de los túneles después de que en los últimos meses hubiesen transitado por la calzada sentido Langreo de forma provisional. De esta forma la empresa adjudicataria podía centrarse en el tramo construido sobre la base de la primitiva AS-17.

Esta vía sufrió un descenso de tráfico significativo en los últimos años debido a las obras, lo que aumentó la circulación en la Autovía Minera.