"Hay que optar por variedades locales". Esta afirmación es de Moisés Mario Fernandes de Sousa, técnico del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario del Principado de Asturias (Serida) que hizo un repaso de la filosofía de la agricultura ecológica, no ceñida exclusivamente al cultivo. La charla fue impartida en el salón de actos del CIDAN de Laviana en un acto organizado por el Ayuntamiento de Laviana en colaboración con el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

Como experto en investigación agroalimentaria, Fernandes de Sousa comenzó su intervención defendiendo el uso de variedades locales de semillas, porque "hay que defender la diversidad genética, evitando caer en la dependencia de las fábricas de semillas". Esas variedades a mantener no solo tienen que ser asturianas, sino que se deben incluir las procedentes de otros territorios que se cultivan en la región desde hace mucho tiempo, porque ya tienen un fenotipo específico.

El experto recordó al público asistente en la sala que la agricultura ecológica debe tener en cuenta tres cuestiones básicas. La primera es la fertilización, ya que "el agricultor que practica la agricultura ecológica debe dominar mejor la fertilización natural de los suelos y saber cómo realizar prácticas de fertilización para que el suelo tenga un estado óptimo". La segunda es el manejo de las plagas y enfermedades. En la agricultura tradicional se utilizan pesticidas para los animales, fungicidas para los hongos e insecticidas para los insectos. Por eso piensa que el manejo que se hace en la agricultura ecológica se basa en conocer como es la vida de los insectos y tratar que discurra en paralelo a la vida del vegetal y del suelo sin llegar a prácticas de exterminio total. El tercero es el control de la maleza, "una planta que está donde no debe estar". No cree que se deba eliminar sin más, "sino jugar con diferentes cultivos y utilizar abonos verdes con la intención de que moleste lo menos posible".

Mayor aceptación

Afirmó que "en Asturias producimos menos agricultura ecológica de la que consumimos", algo que también se da en la agricultura tradicional. Señaló que gran parte de la producción viene de fuera, así que "uno de los problemas que tenemos es colocar nuestros productos". En ese sentido, el experto asturiano afirmó que desde el año 2003 los productos tienen una mayor aceptación y el mercado sigue creciendo, "es una realidad que está ahí y el agricultor no necesita crear una necesidad porque ya la hay". Por eso, los productos derivados de la agricultura ecológica tienen mucha salida en el mercado, como se comprueba en los espacios específicos de las superficies comerciales y además tiene elementos identificativos muy marcados, con señas de calidad.

La agricultura ecológica exige un mayor nivel de preparación por parte del agricultor. Pero afirmó que eso no debe verse como un impedimento porque pueden acceder al apoyo de la Consejería de Agroganadería, al Consejo de la Producción Agraria Ecológica del Principado de Asturias (COPAE).

Fernandes de Sousa finalizó su intervención, animando al desarrollo de la agricultura ecológica, porque "peleamos cada vez más con el tema del medio ambiente, lo que obliga a la agricultura tradicional a ser más comedida". Además incidió en que "cada día se consume más y hay más agricultores ecológicos", por lo que intuye un buen futuro para el sector.