Las instalaciones de lo que iba a ser la primera fase del ecomuseo de la minería de montaña de Coto Musel se terminaron hace cuatro años, pero el tiempo pasa y siguen sin abrirse y sin tener una utilidad. El edificio y todo su entorno va deteriorándose progresivamente: cristales rotos, pintadas, vallas de madera arrancadas... Lo único que sí se ha vuelto a poner en su lugar es una pieza metálica del tejado del edificio de la antigua casa de aseos, que había dejado un hueco en el techo por el que se colaba el agua. Pese a esta pequeña mejora del edificio, su interior sigue tomado por el moho y la humedad.

La rehabilitación de estas antiguas instalaciones de la mina de montaña de Coto Musel tuvieron un coste de cerca de 600.000 euros. Formaban parte, además, de un proyecto más amplio, con una segunda fase que la supresión de los fondos mineros se llevó por delante al dejarla sin financiación. A lo largo de las últimas semanas, formaciones como Podemos y UPyD en Laviana han denunciado su deterioro. En la primera parte del proyecto se rehabilitó la casa de aseos, un área recreativa, varias bocaminas y se construyó un mirador desde el que se podía contemplar Pola de Laviana y todos sus alrededores. Cuando se llega a la zona, lo primero que se puede ver es que prácticamente todos los bancos de las mesas del área recreativa han sido arrancados y han desaparecido. El mirador está en muy malas condiciones. Hay baldosas levantadas, parte de la valla ya no está y el panel que explicaba al visitante qué podía verse tampoco está, y en su lugar sólo queda un rectángulo de madera.

Siguiendo el sendero que lleva hacia las construcciones de Coto Musel, parte de la valla ya sido arrancada. Las vagonetas colocadas a modo de escultura en la zona se volcaron hace ya años, pero ahora también lucen, como novedad, unas pintadas. Una de las vagonetas sigue descarrilada a varios metros de las otras y de la máquina, que esta sí, permanece en pie. En su día también había un pico mecánico metálico incrustado en la roca, pero también desapareció hace tiempo.

El sendero que lleva a la antigua casa de aseos está casi tapado por la vegetación y sobre todo, por las boñigas del ganado. En este inmueble, que iba a ser el centro de recepción de visitantes, se han vuelto a colocar dos grandes piezas metálicas en el tejado. Sin embargo, ahora tiene rota una de sus cristaleras principales, que también está pintada con espray. En uno de los laterales otra gran cristalera está completamente destruida, y en su lugar se ha colocado un panel de aglomerado... que ha sido roto, aparentemente, a golpes. Por un agujero de esta plancha de madera puede verse el interior del edificio, con su piedra y ladrillo restaurado, con el suelo con manchas de humedad y con el moho que invade las paredes. Sólo las grandes lámparas metálicas que cuelgan del techo se mantienen intactas.

El proyecto del ecomuseo de la minería de montaña pretendía recuperar de la ruina las instalaciones de Coto Musel. La iniciativa estuvo durante décadas parada por la falta de financiación. Una vez empezó a acometerse, la ausencia de un proyecto museístico y de actividades han ido dejando en el olvido este proyecto, que si no se remedia, acabará volviendo a lo que era hace un lustro: unas ruinas industriales en medio de las rutas de montaña del concejo de Laviana.