Saber cómo evitar los accidentes laborables es una enseñanza que también puede aprenderse en el aula. El IES Cuenca del Nalón de La Felguera acogió ayer la charla inaugural del ciclo "Mejor con Seguridad", una experiencia que cumple su tercera edición y tiene por objeto promover la cultura preventiva entre los estudiantes de FP, futuros trabajadores del mercado laboral, facilitándoles experiencias reales que les ayuden a tomar conciencia de los riesgos. La iniciativa -coordinada por la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral- llegará este año a 22 centros educativos, con la participación estimada de 800 alumnos.

El acto inaugural contó con la asistencia de la directora del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales, Myriam Hernández: "Con el ciclo de este año habremos llegado a casi 2.000 chavales de 50 centros de la región. El objetivo de estas charlas es sensibilizar, ya no es formar ni dar instrucciones técnicas, sino hacer llegar a los futuros trabajadores de la región unas herramientas o conocimientos suficientes para que entren en el mercado con una conciencia preventiva, que vean lo que puede pasar si ocurre un accidente".

En la charla de ayer estuvieron -junto a Lorena Villa, una de las responsables del proyecto- Javier Llaneza, presidente de la Asociación Asturiana de Ergonomía, y Alejandro Cueli, extrabajador sector siderúrgico y víctima de un accidente laboral. Llaneza expresó que es fundamental "dejar claras dos cuestiones, que la prevención empieza por uno mismo, forma parte de lo que es el instinto de supervivencia, y que no son sólo medidas técnicas sino que implica un cambio de cultura. De la misma forma que ha ocurrido, por ejemplo, con el tema medioambiental, que ya es un asunto que ha calado en la sociedad". Asimismo, Llaneza aseguro que la prevención "no puede ser reactiva, no se puede esperar a que ocurra un accidente para que se tomen medidas".

Alejandro Cueli relató su experiencia como víctima de un accidente laboral que forzó su retiro. "Una hormigonera industrial me enganchó el guante y me amputó el dedo pulgar de la mano derecha. Las consecuencias de un accidente no son sólo para el que lo sufre sino para la familia y para la propia empresa, que en mi caso, por falta de medidas de seguridad, fue sancionada". Y añadió: "Es importante contarlo; para ganar el pan no hay que poner en riesgo la vida. En estas charlas no trato de buscar culpables. En un accidente todos son culpables, la empresa y el trabajador. Si el trabajador ve que la máquina no está en condiciones debe parar".

Eric Terente, estudiante de FP, indicó que "te hablan de los accidentes que puedes tener y es importante el día de mañana para poder combatirlos". Otra alumna, Patricia Alonso, destacó que "son charlas que nos vienen bien para estar informados".