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Seis veranos sin parador en Brañagallones

El edificio, en pleno corazón de Redes, no ha vuelto a abrirse desde la campaña estival de 2009 a causa de los desperfectos en el tejado y en el sistema eléctrico

Las instalaciones del parador de Brañagallones, en Caso. FERNANDO GEIJO

Los veranos que ya cumple cerrado el que debería ser uno de los recursos turísticos del parque de Redes, el parador de Brañagallones (Caso), ya tienen que contarse con los dedos de las dos manos. Seis años cumple ya este emblemático establecimiento sin funcionamiento, tras las discrepancias que existieron entre la empresa adjudicataria de su gestión y su propietario, el Principado de Asturias, al que la compañía reclamaba que realizase una serie de arreglos -en el tejado y el sistema eléctrico, inicialmente-. A finales de este año concluye la concesión administrativa otorgada a la empresa para explotar el parador, algo que hizo entre los años 2006 y 2009. Desde el Ayuntamiento de Caso se espera que se encuentre un modelo de gestión que sea "beneficioso" y que permita a la instalación permanecer abierta buena parte del año.

Hasta el momento, tal y como indicó el alcalde casín, Tomás Cueria, han sido varios los empresarios locales que se han interesado en poder desarrollar un proyecto en las instalaciones de Brañagallones, situadas a 1.200 metros de altura en una zona de la que parten varias rutas emblemáticas del parque de Redes. La concesión administrativa, que concluye a finales de este año, impidió hasta el momento estudiar estas iniciativas, y también la que en su día propuso la Federación de Montaña (hacer del parador un albergue como el que existe en otros lugares de Asturias como Picos de Europa). "Hay interés en ponerlo en funcionamiento. En su día hablamos con los responsables de Turismo. En cuanto se conforme el próximo Gobierno regional hay que solucionar este tema, sobre todo porque ya no existirá el impedimento de la concesión", expuso el alcalde de Caso.

Los primeros problemas con la gestión del parador llegaron tras el invierno de finales de 2009 y principios de 2010. Las fuertes nevadas ocasionaron desperfectos en el tejado y en el sistema eléctrico autónomo que proporciona energía al parador. La compañía adjudicataria, Lujasa, reclamó que se arreglase, pero el tiempo fue pasando y las mejoras no llegaron. Año tras año, y sobre todo invierno tras invierno, la situación ha ido empeorando. El edificio necesita diversas reparaciones antes de poder se utilizado, sea cual sea el modelo de gestión que finalmente se utilice para reabrirlo.

Historia

El edificio fue inicialmente un refugio para cazadores, pero a principios de los 90 se reconvirtió para adoptar su estructura actual. Sin embargo, no fue hasta 2005 cuando se retomó el proyecto para reabrir la instalación y hacer de ella un espacio turístico en pleno corazón del parque natural de Redes. Se realizó un arreglo integral de las instalaciones, que tuvo un coste de 1,1 millones de euros, y se sacó a concurso público la gestión, por un periodo de diez años. Abrió sus puertas en el verano del 2006, y permaneció abierto hasta el final de la temporada veraniega de 2009.

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