El alcalde de Langreo, Jesús Sánchez Antuña, reclamará a la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente que la duración del corte de la circulación ferroviaria en la línea Gijón-Laviana debido a las obras de soterramiento de las vías se reduzca ya que considera "excesivos" los seis meses previstos. Esta petición será trasladada en una reunión que mantendrá en los próximos días con el director de Infraestructuras y Movilidad, José María Pertierra. Está previsto que la medida se ponga en marcha a principios del próximo mes y que los viajeros de las paradas existentes entre Pola de Laviana y Tuilla de la línea de cercanías de la antigua Feve sean trasladados en autobús hasta la estación de este distrito langreano durante seis meses, dos más que los previstos previamente.

"Ya que parece ser que no es posible que se mantenga la circulación de los trenes durante la ejecución de esos trabajos por motivos de seguridad solicitaremos que se aceleren las obras lo máximo posible", señaló Sánchez. El regidor ya mantuvo un primer encuentro semanas atrás con los responsables de la Consejería en el que demandó que se agilicen las obras de soterramiento de las vías en La Felguera y Sama.

Jesús Sánchez considera que los trabajos van "lentísimos" si se tiene en cuenta su impacto en Langreo ya que "no es lo mismo si la obra afecta a cien o a mil vecinos". "El Principado tendría que tener una sensibilidad especial", subrayó. Los trenes no circularán durante seis meses por el valle, desde Tuilla a Laviana. Esta medida fue anunciada en 2013 aunque no se estableció la fecha concreta en la que estaría operativa.

Desde el inicio de las obras del soterramiento de las vías, en 2009, el tráfico ferroviario no se ha detenido ya que se recurrió al traslado de la vía a un área próxima. Pero la estrechez de la zona en la que se ejecutarán los trabajos en los próximos meses ha motivado este cambio. La Plataforma por el Soterramiento de las Vías de la antigua Feve en Langreo teme que este corte ferroviario "puede convertirse en el inicio del fin de esta línea, lo que no vamos a consentir". El colectivo criticó al Principado por no haberles trasladado información sobre esta actuación.

Las obras de soterramiento han provocado varias reordenaciones de tráfico desde su inicio. El último corte de circulación afecta a la calle Pepita Fernández Duro, que está cerrada al tráfico desde el 3 de agosto y durante siete meses. Un periodo que coincide con el tiempo estimado del corte de la circulación de trenes si a los seis meses se suma el mes que llevará cerrada la calle cuando comiencen las obras. Tras concluir la obra civil restaría la urbanización y la instalación de las vías, los sistemas de señalización y el tendido eléctrico.