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"Llevo 13 años parado; para los mayores de 50 es imposible encontrar empleo"

Gabriel Suárez, desempleado de El Entrego, ha salido adelante gracias a una herencia familiar, pero reconoce que ve el futuro con "temor"

Gabriel Suárez, desempleado de larga duración, con El Entrego al fondo. J. R. SILVEIRA

En el año 2002 Brasil ganó el Mundial y la peseta desapareció como moneda de curso legal. También fue la última vez que Gabriel Suárez Carrio tuvo trabajo. Ya son trece los años que este vecino de El Entrego lleva en el paro. Ahora tiene 64 y no ve la luz al final del túnel. "En todo ese tiempo no me han llamado para ningún empleo. Los mayores de 50 años lo tenemos imposible para encontrar trabajo", asegura. El patrimonio familiar heredado por Suárez de sus padres, que durante décadas regentaron un próspero comercio en El Entrego, ha permitido salir adelante a este desempleado, a su mujer y a su hijo de 32 años, que también están en el paro. Pero no hay nuevos ingresos y ese colchón va desapareciendo. "Sé que yo lo tengo muy difícil; no sé lo que pasará. Si al menos el chaval pudiera encontrar trabajo...".

Casa Fina abrió a finales de los años cincuenta. "La tienda era de alimentación y droguería, pero vendía de todo, incluso televisores", relata Suárez. Su madre llevaba el comercio, ubicado cerca del pozo Entrego, y su padre trabajaba como minero. El negocio cerró en 1993, después de ir apagándose poco a poco por la competencia de las grandes y medianas superficies que fueron apareciendo. Suárez, ocupado hasta entonces echando una mano en el negocio familiar, tuvo que buscar otro empleo.

Lo intentó en Hunosa, pero no hubo suerte. Trabajó dos años en una fotocopiadora de Gijón que acabó cerrando, fue comercial de detergentes y repartió publicidad por toda Asturias: "Me pateaba toda la región; sólo en la Felguera había de aquella 6.000 buzones. La publicidad decayó y también empezaron a llamar a inmigrantes que se ven obligados a trabajar por un bocadillo; en problema en el mundo laboral es que a veces hay mucho abuso". Suárez enlazó entonces, entre finales de los noventa y el año 2002, con períodos en los que estuvo en el paro, tres contratos eventuales en el Ayuntamiento para trabajar como operario municipal de limpieza. Fue la última vez que tuvo empleo. "De la oficina de empleo no me han llamado en trece años. También intenté presentarme a los planes de empleo del Ayuntamiento de San Martín, pero había 1.000 aspirantes para cada plaza" asegura este parado entreguín, para añadir a continuación: "Tendría que haber un plan de empleo nacional para mayores de 50 años, aunque sólo fuera para barrer. Nadie mira para nosotros y lo tenemos casi imposible para encontrar trabajo".

Suárez afronta los gastos básicos del día a día (comida, agua, luz...) gracias al dinero sacado de la venta de las propiedades heredadas de sus padres, su única fuente de ingresos. El hecho de disponer de ese patrimonio hace que no perciba el salario social o prestaciones similares. La venta de una casa permitió que su hijo estudiara la carrera universitaria. "A mi madre no le gustaba tener el dinero en los bancos y por eso invirtió lo que dio la tienda en comprar algunos pisos. En estos años tuve que vender algunas de esas propiedades o, más bien, malvender tal y como está ahora el mercado inmobiliario. Trato de administrar el dinero, pero sufro mucho cuando voy al banco y veo como baja la libreta", relata Suárez.

Este parado de El Entrego tiene una gran pasión: su propio pueblo. Durante años, cuando trabajaba, editaba sus folletos informativos sobre los atractivos turísticos de El Entrego y de la comarca que después repartía entre los turistas. Lo sigue haciendo de forma esporádica, junto al Museo de la Minería, para ofrecerse como guía a las excursiones. Sólo en un ocasión sonó el teléfono.

Gabriel Suárez, que sólo acumula cinco años cotizados, reconoce que ve con "temor" su futuro, aunque está más preocupado por el de su hijo y su generación. "Hay gente de casi 40 años que todavía no ha tenido su primer empleo. Lo que me temo es que dentro unos años haya mucha gente como yo".

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