El tráfico pesado que circula por la carretera de Tarna está ocasionando desperfectos en la vertiente leonesa de la vía, que fue objeto de una reparación integral hace poco más de un lustro. La Junta de Castilla y León ya se ha visto obligada a restaurar algunos hundimiento de la vía, como el localizado en las proximidades de la cima del puerto, aunque hay otras zonas deterioradas sobre las que todavía no se ha podido actuar. Este mal estado de la vía es más acusado en la vertiente asturiana, que sigue a la espera de un plan de reforma que los vecinos llevan demandando desde hace años sin que llegue a concretarse. Días atrás, habitantes de Caso volvieron a alertar de la degradación del pavimento, acentuada, entre otras causas, por el tránsito de vehículos pesado.

Las obras de remodelación de la carretera del puerto de Tarna en su vertiente leonesa finalizaron en el mes de noviembre de 2009. Los trabajos en León afectaron a los 22 kilómetros que van desde el límite con Asturias hasta Burón, donde la vía conecta con la carretera del puerto del Pontón. Las tareas se pusieron en marcha a finales de 2007, pero sufrieron diversos retrasos debido a la quiebra de la primera empresa adjudicataria y a las copiosas nevadas que cayeron en el invierno de 2008. A finales de septiembre del año siguiente, la Junta de Castilla y León concluyó las obras de asfaltado. Durante los meses de octubre y noviembre se acabó de colocar la señalización y se pintó la calzada.

Sin embargo, aunque apenas ha pasado un lustro desde la conclusión de los trabajos, la huella el paso de transportes pesados puede verse con claridad en algunos tramos de la vertiente leonesa de la vía, donde conos de señalización advierten del peligro. También son visibles las marcas en el asfalto de las zonas en las que ha sido necesario reasfaltar. Otros tramos de la carretera están a la espera de poder ser reparados en profundidad.

Esta situación no es comparable, en cualquier caso, con los problemas que tiene la vía en la vertiente asturiana. Los vecinos de Caso se quejan de que el pavimento se encuentra muy deteriorado, no se desbrozan las cunetas y hay argayos sin reparar.