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El Parque de la Fauna sigue sin contenido tras una década y siete millones gastados

El centro de cría del urogallo es el único equipamiento del macroproyecto turístico planificado para Redes en 2005 que está en funcionamiento

La Casa del Urogallo de Tarna, que se inauguró sin contenidos y sigue sin tener uso. FERNANDO RODRÍGUEZ

Era una soleada mañana de marzo de 2005. La reunión semanal del Consejo de Gobierno del Principado se había trasladado al centro de interpretación del parque natural de Redes, en Campo de Caso, y el por entonces presidente regional, Vicente Álvarez Areces, aprovechó la ocasión para anunciar la puesta en marcha de un innovador proyecto turístico para el alto Nalón. Bajo el epígrafe "Redes: Parque de la Fauna", la iniciativa incluía la creación de un "hospital" de animales, un centro de cría del urogallo, un centro de estudios medioambientales en el parador de Brañagallones y una red de observatorios, entre otros equipamientos. Diez años y siete millones de euros de inversión después, el centro de cría del urogallo es la única instalación del proyecto original que está en funcionamiento.

El plan de partida estaba diseñado para combinar la protección las especies faunísticas con su explotación turística, convirtiendo Redes en un espacio de observación de los animales en estado salvaje. Por el camino, algunos de los contenido del proyecto se cayeron, otros fueron modificados y otros no acabaron de ver la luz, a pesar de disponer de las instalaciones necesarias. Este último es el caso del hospital de animales y el museo del urogallo.

El centro de recuperación de la fauna, que costó 4,5 millones y se acabó en 2009, sigue sin uso. Edificado en la zona de El Castrín, en Sobrescobio, el proyecto estrella del Parque de la Fauna se proyectó para recuperar especies amenazadas y favorecer la vuelta a su hábitat se animales heridos recogidos en el entorno natural. En seis años, no ha llegado a funcionar de forma continuada y sólo se ha utilizado de forma temporal para curar a las osas "Molinera" y "Lara", una intervención que apenas duró cuatro meses en total. En el proyecto original estaba prevista una segunda fase, hasta alcanzar los siete millones de inversión, que permitiría a los turistas ver a los animales en proceso de recuperación en un cercado de 6,3 hectáreas de superficie.

Otro de los equipamientos sin uso es la Casa del Urogallo de Tarna. Costó 678.00 euros y se inauguró, completamente vacía, en mayo de 2010. Estaba previsto que contase con una exposición permanente sobre la emblemática especie y que los visitantes siguieran, a través de pantallas de vídeo, la actividad desarrollada en el centro de cría del urogallo de Sobrescobio. La partida para equipar la instalación -258.000 euros- nunca llegó y el centro sigue cerrado.

El centro de cría es el único equipamiento proyectado que está en funcionamiento. Planificado para disponer de una reserva genética de la especie y reforzar las poblaciones de urogallos de la Cordillera Cantábrica ha cumplido sus objetivos sólo a medias. En la actualidad, el equipamiento, que costó 825.000 euros y abrió en 2009, cuenta con una comunidad de 26 ejemplares, aunque los intentos para introducir algunos de los pollos en su hábitat natural han fracasado.

En el proyecto original también se planteaba que el parador de Brañagallones, en Caso, funcionara como centro de estudios ambientales. En 2006, tras una reforma de 1,1 millones, el antiguo refugio de cazadores reabrió como hotel, aunque la aventura sólo duro cuatro años. Los desperfectos en la instalación provocaron que lleve seis años parada.

Junto a los equipamientos en marcha y los que están pendientes de apertura, hay otras iniciativas del Parque de la Fauna que nunca llegaron a ver la luz y no parece que lleguen a verla. Es el las red de seis observatorios y sendas ocultas proyectadas para ver a los animales en su hábitat o del aviario y el acuario natural. También se quedó en el tintero el albergue y la granja de cría de razas autóctonas (asturcón, oveya xalda, gochu asturcelta, cabra bermeya, pita pinta, vaca asturiana de los valles y casina), que se pretendía levantar en la zona de El Frieru (Caso).

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