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EMILIO ONTIVEROS | Catedrático de Economía y presidente de Analistas Financieros Internacionales, visitó Sotrondio para dar una charla sobre la globalización económica

"Si Cataluña se separa de España sería nefasto; las dos partes perderían"

"Es una comunidad que representa el 20% del PIB nacional; si la situación no se clarifica, nos podemos encontrar con tensiones en los mercados"

Emilio Ontiveros, en La Felguera. FERNANDO GEIJO

Emilio Ontiveros visitó Asturias para hacer un repaso del contexto económico actual en la charla "La globalización: Europa y España", un acto organizado en Sotrondio por la Asociación Cauce del Nalón con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas. Antes de la conferencia, el presidente de Analistas Financieros Internacionales y catedrático de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid, conversó con este diario sobre algunos de los acontecimientos que están marcando la agenda política y económica como la crisis de los refugiados sirios, las repercusiones de la devaluación del yuan y las elecciones en Cataluña.

-La economía española parece estar en fase de recuperación, ¿es optimista sobre el futuro a corto y medio plazo?

-Nuestra economía está creciendo más que el promedio de la eurozona. Es verdad que cayó más y ha habido un efecto rebote. España se está beneficiando bastante de un entorno internacional que ha sido favorable hasta el verano. Hay un precio del petróleo muy barato que beneficia a nuestro país más que al resto porque somos muy dependientes de la importación de hidrocarburos; un Banco Central que está llevando a cabo una política muy agresiva, muy estimuladora, que nos viene mejor porque estamos más endeudados que el promedio; y un tipo de cambio del dólar que se ha ido encareciendo y ha favorecido nuestras exportaciones. El problema es que la tracción ha descansado básicamente en esos tres factores y hay que ver qué ocurrirá cuando algunos de esos pilares empiece a debilitarse. ¿Qué pasará cuando a mitad del año que viene el Banco Central Europeo empiece a retirar el ponche de la fiesta? Ese es el gran problema.

-¿Por qué al ciudadano de a pie le cuesta percibir esa mejora de la economía?

-La macroeconomía dice que hay recuperación, pero la renta de las familias no ha crecido. A pesar de que ha aumentado el empleo, la calidad de esos trabajos no es suficiente para fortalecer el estado de ánimo de la gente. La familia que ve que uno de sus hijos tiene un trabajo a tiempo parcial o de carácter temporal con una renta de 400 euros no se atreve a tomar decisiones de gasto. La economía crece, pero de forma bastante vulnerable. Es necesario que Europa no sólo prolongue la etapa de estímulo del Banco Central, sino que lleve a cabo decisiones de inversión, por ejemplo concretando el plan Juncker, por valor de 315.000 millones. Sólo eso posibilitará crecer con el colesterol bueno de las economías que, en última instancia, es la inversión productiva.

-Los mercados están inquietos ante las elecciones catalanas y los comicios generales...

-Esa incertidumbre ya la hemos empezado a ver en los mercados de deuda. España vuelve a pagar más que Italia por la deuda pública. Hay una situación nueva con la que nunca hemos trabajado que es la amenaza de secesión de una comunidad importante de nuestro país. Cataluña representa el 20% del PIB del país. También está la posibilidad de que haya problemas en la asunción de la deuda pública, tanto de Cataluña como de España. Si no se clarifica la situación de cara a las próximas semanas o de aquí las elecciones generales, sí nos podemos encontrar con tensiones en los mercados financieros adicionales a las que estamos viviendo estos días.

-¿Cómo afectaría la separación de Cataluña en términos económicos?

-Es un juego cuyo resultado es negativo para las dos partes. Cataluña perdería claramente fuera de la economía española, aunque fuera viable, y la economía española perdería si se va una de las regiones más importantes y más dinámicas del país. Sin duda. Lo inteligente es llegar a algún tipo de acuerdo para mantener la sociedad conjunta España-Cataluña. Lo contrario sería totalmente nefasto para las dos partes.

-También se acercan las elecciones generales, ¿qué repercusión tendría un vuelco liderado por Podemos?

-Lo que el ascenso de Podemos traduce de alguna forma es una menor capacidad de gobernabilidad porque es un escenario nuevo al que no estamos acostumbrados. Un escenario de ruptura del bipartidismo, la existencia de una mayor fragmentación y probablemente la mayor dificultad para llegar a acuerdos en materias centrales desde el punto de vista económico. El principal factor de inquietud ahora mismo en los mercados financieros no es tanto Podemos como la capacidad de la clase política española para gestionar la situación en Cataluña.

-¿Qué repercusiones pueden tener las devaluaciones del yuan?

-Es muy preocupante. China representa el 14% de todo el PIB mundial, pero es que en los últimos 15 años ha estado contribuyendo casi con la mitad de lo que ha crecido el mundo. Si durante los próximos meses o años nos encontramos con una China más debilitada, con menor crecimiento o con tensiones financieras, el resto del mundo va a temblar. China es la segunda economía del mundo y el principal financiador del déficit público de los Estados Unidos. También es el principal cliente de Alemania. Si China reduce sus compras al exterior -no sólo de materias primas como ya está haciendo, sino también de bienes elaborados- economías avanzadas como la alemana y, en menor medida, la española pueden llegar a sufrir. Es un ejemplo de esa interdependencia de la globalización. Por eso es más necesario que nunca que haya coordinación de políticas económicas.

-¿La crisis griega se ha cerrado en falso?

-Grecia va a conseguir facilidades para pagar su deuda, pero no podrá hacerlo. Los acreedores darán recursos para refinanciar la deuda a cambio de nuevas exigencias que prolongarán el rigor del ajuste. Pero antes o después, si quieren recuperar la deuda y evitar que Grecia caiga en recesión, se tendrán que plantear el hecho de suavizar esa deuda.

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