La familia de Barros que fue desalojada temporalmente de su vivienda para que el Ayuntamiento de Langreo rebajara la altura del inmueble denunció ayer "deficiencias" en la obra. "El aseo es tan estrecho que no podemos movernos, nos han dejado un escalón de 70 centímetros para acceder a una de las habitaciones y hay desconchones de pintura en la fachada", indicó Manuela Sebastião, que reside en la casa con dos hermanas.

Esta vecina expuso que los operarios dejaron los muebles acumulados en una estancia "y no hemos podido sacar las camas y quedarnos en casa". La familia no descarta iniciar acciones legales contra el Ayuntamiento.