El corte del tráfico de trenes en de la antigua Feve -que se prolongará durante seis meses y viene motivado por las obras de soterramiento de las vías a la altura de Sama y La Felguera- obligará a modificar los horarios de salida y llegada de los convoyes, especialmente en Laviana y las estaciones de la zona alta del Valle. Así lo expresaron ayer los representantes de los trabajadores ferroviarios, que temen que la medida ocasione una pérdida de viajeros. Los sindicatos reclamaron que la obra se agilice para que "el trastorno para los usuarios sea el menor posible". También pidieron que se asignen fondos para garantizar la culminación del proyecto. La superestructura ferroviaria (vías, tendido eléctrico y sistemas de señalización) tiene y coste de 30 millones y todavía está en el aire.
Los trabajos de soterramiento obligarán a adaptar los servicios ferroviarios a su paso por la comarca. La circulación de trenes se mantendrá hasta Tuilla. A las once paradas restantes del Valle no llegarán los convoyes durante medio año. Ese es el plazo estimado de duración de las tareas en La Felguera, a la altura del barrio Urquijo, donde la estrechez del tramo en el que trabajará la adjudicataria ocasiona que no se pueda compatibilizar la obra con el tráfico de trenes. El Principado, promotor de la actuación, garantizará el desplazamiento en autobús de los viajeros entre Tuilla y las estaciones del resto de Langreo, San Martín y Laviana. Tuilla será la estación de origen y destino de los trenes durante ese período de seis meses. El Gobierno regional tenía previsto iniciar este mes el corte, pero ni los trabajadores ni el Ayuntamiento tienen conocimiento todavía de la fecha en la que la medida se hará efectiva.
Preparativos
Luis Blanco, presidente del comité de empresa del grupo Renfe para Asturias, explicó que, entre los preparativos realizados para planificar el corte, se han hecho mediciones de los tiempos de paso de los autobuses por los diferentes puntos de la comarca hasta su llegada a Tuilla. "Esos tiempos de paso son superiores a los del tren, por lo que habrá que modificar los horarios, adelantando las salidas desde Pola de Laviana y atrasando las llegadas. En lo que es el tramo entre Tuilla y Gijón no habrá problemas porque se mantendrá la circulación ferroviaria", apuntó. En la actualidad, el viaje en tren entre Pola de Laviana y Gijón dura una hora y quince minutos. "No tenemos datos concretos, pero podemos estar hablando de que, con los transbordos en autobús, el trayecto se amplíe unos diez minutos. Hay que concretar también en qué puntos se recogerá a los viajeros porque entrar a las estaciones puede suponer en algunos casos mucho tiempo; es algo que todavía nos tienen que decir. Habrá que adaptarse de la mejor manera posible", resaltó Blanco.
El representante del comité de empresa del grupo Renfe -empresa de la que depende la explotación de las rutas de la antigua Feve- no ocultó su preocupación ante la posible pérdida de viajeros. "Tenemos el temor que los transbordos y las molestias del corte provoquen la marcha de los usuarios que siguen siendo fieles a la línea. Por eso pedimos que la obra se agilice en la medida de lo posible y que se aclare el futuro sobre la culminación del proyecto", concluyó.
