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JAVIER FERNÁNDEZ | Empresario langreano y secretario de Hostelería de Asturias

"Los fondos mineros son historia; hay que sobreponerse y echar ingenio y ganas"

"Los empresarios trabajamos hoy mucho más para tener mucho menos beneficio que antes; es algo que se debe asumir"

Javier Fernández, frente al nuevo establecimiento abierto en Canzana. F. R.

Javier Fernández es uno de los empresarios más destacados del sector hostelero en la comarca del Nalón. Es secretario de la asociación Hostelería de Asturias, ocupa una de las vicepresidencias de la Cámara de Comercio de Gijón y preside la Junta local de Hostelería de Langreo. Puso su primer negocio en 1975 y ayer inauguró el último hasta ahora. Se trata del hotel-restaurante de Canzana, un complejo que ha generado once empleos directos. Después de cuarenta años como empresario hostelero, Fernández reconoce que es el momento más difícil que ha vivido el sector. Optimizar recursos y echarle imaginación y trabajo son las claves que esgrime para superar el bache.

-¿En qué punto se encuentra actualmente el sector hostelero en la región?

-Estamos ante un contexto desconocido. La crisis se ha llevado por delante, no sólo en la comarca, proyectos empresariales vinculados a la hostelería y el turismo que estaban muy consolidados y tenían una amplísima tradición. Eso es una realidad. Hay grandes inversiones que se han ido al garete. Estamos ante un nuevo escenario para nosotros y ante unas nuevas necesidades para el sector. Han cambiado los hábitos de consumo y el poder adquisitivo. El cliente ahora sale de casa y come de otra manera. El gasto por comensal se ha reducido de forma drástica. Es un momento difícil, pero estamos ahí. Hay que mojarse.

-¿Cómo se responde a esas nuevas necesidades?

-El número total de clientes ha bajado, pero donde más se nota la caída es en el nivel de gasto medio por persona. Tenemos que ofertar productos innovadores y estimular el ingenio. Hay que dar mucho con menos gasto, lo que supone ajustar mucho los márgenes de beneficio y optimizar nuestros recursos para abaratar costes. El problema añadido es que la oferta actual es desmesurada. Es el peor momento económico que me ha tocado vivir en todos los años que llevo en la hostelería. Yo veo el futuro con inquietud, pero también con optimismo. La prueba es el nuevo proyecto en el que nos hemos embarcado.

-Habla de ponerle ingenio al negocio, ¿qué armas se pueden utilizar?

-Hay que echarle imaginación, pero también mucha dedicación y esfuerzo. Hay que saber detectar muy bien qué necesita el cliente y adecuar la oferta de servicios a esas necesidades. Los platos tienen que gustar y la oferta de instalaciones tiene que estar muy actualizada y acorde con los gustos del cliente. Hay que hacer muy buena gestión para cuadrar los números y tener una plantilla muy profesional, tanto en cocina como dando el servicio. Y optimizar mucho los turnos de trabajo para no perder dinero.

-En las Cuencas se están realizando en los últimos meses importantes inversiones empresariales, ¿se percibe que hay una recuperación de actividad?

- Soy consciente de que la ciudadano de la calle no le ha llegado la mejora del escenario económico que se está produciendo, pero sí creo que hemos tocado fondo y que la recuperación es una realidad ya. No sólo se aprecia en los datos macroeconómicos. Hay otros índices que dejan ver que la recuperación está ahí. Es el momento de dar un paso al frente.

-¿Cómo afectará el cierre de la minería, planificado para 2018, al futuro a medio plazo?

-Va a afectar de forma muy directa, pero a eso los empresarios, tenemos que responder con ingenio, con gestión y con capacidad de innovación. Ya no existe el colchón de los fondos mineros. Eso forma parte ya de la historia. Ahora hay que analizar profundamente dónde estás y qué puedes ofrecer. Pueden llegar ayudas y complicidad de las administraciones, pero no cabe duda de que tenemos que ponerle mucho de nuestra parte para sobreponernos. Hay que echarle ingenio, ganas y, sobre todo, trabajo y sacrificio. Hoy tenemos que trabajar mucho más para tener mucho menos beneficio que antes. Es una realidad que hay que asumir. Por su parte, los trabajadores tienen que entender que la polivalencia es fundamental. Hoy no vale decir de esto no sé. Lo tuyo es esto, lo otro y lo de más allá.

-¿Han jugado las prejubilaciones un papel tan determinante en los ingresos del sector hostelero en las Cuencas?

-Es indudable que las prejubilaciones han jugado un papel muy importante en estos años de crisis. Estas rentas han alimentado a muchas familias y han solventado desahucios y situaciones muy difíciles para la gente. Negar eso sería negar la realidad. Ahora tenemos que plantearnos que eso irá a menos y tenderá a desaparecer. Por eso es importante crear un tejido empresarial e industrial sólido, como hay en otras zonas. Las cuencas mineras tuvieron siempre mucha dependencia de la empresa pública o de grandes compañías, como Duro Felguera. No hubo vocación empresarial. Eso nos hizo ser menos competitivos. Estamos en vías de solucionarlo. Tiene que haber una cultura empresarial fuerte.

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