Susana Camarero aprovechó su paso por Langreo para entrevistarse, en dos reuniones diferentes, con los portavoces de los grupos políticos de la Corporación y con responsables de organizaciones sindicales y asociaciones de discapacidad. Antes, frente a las puertas del Consistorio, la secretaria de Estado de Servicios Sociales ya había tenido tiempo de mantener una charla con los representantes de los colectivos que esperaban, pancarta en mano, para exigir la apertura del complejo.

El más crítico de todos los asistentes a las reuniones fue José Manuel Zapico, secretario de CC OO en el Nalón. En el recuerdo colectivo estaba la visita que la socialista Leire Pajín, entonces ministra de Sanidad, realizó en 2011 al centro de Barros -también dos meses antes de las elecciones generales- para anunciar que el complejo abriría al año siguiente. "Es momento de hechos. Este anuncio no tiene credibilidad porque pensamos que tiene una motivación electoralista; espero equivocarme", aseveró.

Camarero replicó que "no vengo a Langreo cargada de buenas intenciones, sino que vengo cargada de realidades y de fondos para poner en marcha el centro. Y se demostrará el año que viene", esgrimió la responsable gubernamental sin abandonar el tono conciliador que presidió toda la jornada. La secretaria de Estado encontró apoyo en la consejera de Servicios Sociales, Pilar Varela, que resaltó que "estamos llegando al final del camino" y que existe "voluntad de rematar la obra".

Ángel García Montes, secretario general de UGT en el Nalón, se mostró "escéptico", al tiempo que insistió en la necesidad de que "se potencie todo lo relacionado con la investigación en el proyecto". Mónica Oviedo, vicepresidenta de la Confederación de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe-Asturias), argumentó que "salimos con buenas sensaciones y con compromisos. Pedíamos que se dotara de suficiente presupuesto y se pusiera en marcha en una fase y parece que va a ser así; es importante que se atienda a las personas y también a las familias".