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MANUEL HERNÁNDEZ BERMUDO | Jefe de ginecología del Hospital Valle del Nalón

"Los casos de cáncer de útero en la zona centro de Asturias superan la media"

"En el Valle del Nalón entre el 30 y el 40% de las mujeres de 25 a 65 años se hacen citologías, es un tumor que puede ser evitable si hay prevención"

Manuel Hernández Bermudo. FERNANDO RODRÍGUEZ

Manuel Hernández Bermudo es jefe del servicio de Ginecología del Hospital Valle del Nalón. Preside la Asociación de Ginecólogos de Asturias (Agipa) y es vocal de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego). Hernández considera que el cribado es fundamental en la prevención del cáncer de cuello uterino o de cérvix, uno de los que tiene mayor incidencia en las mujeres. También insiste en la necesidad de controlar los factores de riesgo, como la obesidad, en el cáncer de endometrio.

-¿Son las mujeres de las Cuencas más proclives a desarrollar un cáncer por los factores ambientales?

-Hay una frase de moda entre los expertos en salud pública, que el código postal es más importante que el código genético. En Asturias en la zona central, Oviedo, las Cuencas, Gijón y Avilés, es donde se desarrollan la mayoría de casos, por encima de la media. Influyen factores como la insalubridad de algunas industrias, las posibles geopatías del lugar, la calidad de algunos alimentos por el tratamiento que llevan, el hábito del tabaco, la contaminación? Son riesgos relativos, no absolutos. No quiere decir que la gente tenga que mudarse. La distribución espacial puede revelar diferencias en los factores de riesgo y contribuir de manera significativa a establecer políticas sanitarias para luchar contra el cáncer.

-El cáncer de cuello uterino es el segundo más frecuente en mujeres, después del de mama y el quinto de todos los cánceres, ¿cómo se puede combatir?

-El cribado ginecológico es fundamental para todas las mujeres entre 25 y 65 años en la prevención del cáncer de cuello uterino. Cada año más de 500.000 mujeres en el mundo desarrollan la enfermedad y alrededor de 266.000 mueren. El 90% de estos casos se producen en países en vías de desarrollo. En España gracias a la prevención se diagnostican 2.100 casos anuales. Se ha conseguido reducir hasta un 90% la incidencia y mortalidad de este cáncer.

-¿Cuál es la estrategia de cribado?

-Actualmente en España no existe una política común de cribado de este cáncer, sino diferentes estrategias en cada comunidad. Muchos de esos cribados son oportunistas, con coberturas que nos son óptimas y con un déficit en la equidad y la eficiencia. Establecer una política común de cribado para España es prioritario. La oncoguía de la Sociedad Española de Ginecología, que debe ser prioritaria y asumida por las autoridades sanitarias, establece no realizar citología antes de los 25 años, salvo en pacientes inmunodeprimidas; una citología cada tres años entre los 25 y 30 años; y mantener esos tres años entre los 30 y los 65 años o una prueba del virus de papiloma humano cada cinco años. A partir de los 65 años puede finalizar ese cribado si ha sido negativo. Según cada comunidad puede variar la periodicidad de las pruebas, pero en cualquier caso, el cribado en fundamental.

-¿Qué porcentaje de mujeres se somete al cribado en el área sanitaria del Nalón?

-En la comarca hay unas 25.000 mujeres de entre 25 y 65 años y hay entre un 30 y un 40% que se hacen las citologías. Es un cáncer que puede ser abordable y evitable si hay prevención.

-¿Qué impacto tiene el cáncer de ovario?

-Es el quinto más común entre las mujeres y la cuarta causa de muerte. La edad media de las pacientes está entre los 35 y los 54 años y el 66% tiene un diagnóstico tardío. El pronóstico depende fundamentalmente del tipo histológico, la edad, el estadio tumoral, el grado de malignidad y el volumen del tumor. Ningún examen de imagen ni de laboratorio ha demostrado que pueda detectar o diagnosticar cáncer de ovario en estadios iniciales. Por eso no existen recomendaciones estándar para la prevención. Se podría realizar "screening" en las mujeres de menos de 35 años que presenten antecedentes familiares o a las mayores de 35 en las que se observen anormalidades. Este cribado tendría que realizarse normalmente, pero hasta que no se tengan resultados no se podrá afirmar si merece la pena implantarlo de forma sistemática.

-¿Y el cáncer de endometrio?

-Es el cuarto más frecuente en la población femenina. La mayoría se diagnostica en mujeres post-menopaúsicas entre los 50 y los 70 años. La obesidad y la diabetes son dos factores que predisponen a esta patología, seguidos de la hipertensión. El diagnóstico precoz es de suma importancia para la supervivencia de la paciente.

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