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Una langreana, quemada en el sanatorio Adaro por el exceso de cloro en una piscina de rehabilitación

Pepita Lombardía, que padece lesiones en la piel de la cara, acudió al hospital con dolor en los ojos y visión borrosa tras utilizar las instalaciones

Pepita Lombardía, ayer por la tarde, en su domicilio de Riaño. FERNANDO GEIJO

"Salí de la piscina con picor en los ojos y cuando me desperté al día siguiente tenía mucho dolor y veía borroso", aseguró ayer la langreana Pepita Lombardía Baniela, que sufrió quemaduras en la cara como consecuencia presuntamente del exceso de cloro de la pileta de las instalaciones del Sanatorio Adaro de Sama. Ocurrió el pasado jueves cuando acudió junto a otras diez compañeras a un cursillo en la piscina terapéutica, que no pudieron terminar al comenzar a sufrir picor de ojos. Al día siguiente se vio obligada a acudir al hospital y cinco días después aún se pueden observar en su rostro los efectos externos y, explicó, "puede que también tenga la córnea de los ojos afectada".

El cursillo al que se apuntó Pepita Lombardía comenzaba a las cuatro menos cuarto de la tarde para finalizar a las cuatro y media. El del pasado jueves era la última sesión y no finalizó. No había pasado un cuarto de hora cuando varias de las participantes se empezaron a quejar de picor en los ojos. "Llegué un poco antes de tiempo y di una vuelta por el interior de la piscina. Y cuando nos empezaron a picar los ojos marchamos porque pensamos que podría ser el cloro", señaló la afectada.

Cuando salió, Pepita Lombardía y otras dos compañeras de cursillo pusieron una reclamación en las instalaciones aunque en ese momento no pensó que terminaría con quemaduras en la cara. La actividad quedó suspendida durante esa tarde y la mañana del siguiente día, según aseguró el gerente del Sanatorio Adaro, Gabriel Menéndez Zorita, que señaló que "se instaló un sistema automático de cloración y falló el primer día".

Cuando Pepita Lombardía llegó a su domicilio, aseveró, seguía con molestias en los ojos. "Eché un colirio que tengo en casa porque se me secan los ojos", relató la langreana, que es dueña de una empresa de limpieza y está actualmente de baja. "Me levanto cada día a las cuatro de la mañana para ir a trabajar, pero al día siguiente de ir a la piscina me dolían mucho los ojos y veía borroso", señaló Pepita Lombardía. "Me asusté", remarcó aunque relacionó el dolor con el hecho ocurrido un día antes en las instalaciones del Sanatorio Adaro. Fue a la farmacia y de allí al centro de salud de Riaño y acabó finalmente en el hospital, para ser examinada por el oftalmólogo.

Ahora tiene que echar "un colirio y una crema para la cara, que los tengo que pagar yo porque no los cubre la Seguridad Social", dijo. "El viernes ni podía conducir ni abrir los ojos", comentó la afectada, que añadió: "No creo que me vuelva a meter en una piscina". "Vas a pasarlo bien y a perder el miedo al agua y mira lo que te ocurre", lamentó.

Otras personas que acudieron a las instalaciones también se quejaron en el Ayuntamiento aunque al parecer ninguna ha resultado tan afectada como Pepita Lombardía. A su cursillo asistieron otras diez mujeres en aquella jornada.

La gerencia del Sanatorio Adaro aseguró que los usuarios salieron de la piscina y en el establecimiento se presentaron en el momento dos reclamaciones, una firmada por ocho personas, según indicaron. En ellas sólo reflejaron que no habían podido dar la clase programada, indicó. Las actividades quedaron suspendidas durante la tarde del día en que ocurrieron los hechos y la mañana del día siguiente hasta que los técnicos solucionaron el problema y la piscina volvió a funcionar con normalidad.

La Policía Nacional inició una investigación tras la denuncia presentada por la usuaria que ha resultado más afectada, que será remitida al juzgado de guardia una vez esté concluida, según aseguraron fuentes policiales. El Alcalde, Jesús Sánchez, confirmó que han recibido varias quejas de usuarios que utilizaron la piscina en esa jornada. "Vamos a actuar como nos corresponde y pediremos que se abra una investigación", apuntó el regidor.

Mientras, Pepita Lombardía continúa recuperándose de sus lesiones y volverá hoy al médico para comprobar su evolución. "Estoy en casa. No puedo ni ver el sol", aseguró ayer con resignación.

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