El Alcalde, Jesús Sánchez, pide a la gerencia del Sanatorio Adaro que "aclare" los hechos sucedidos el pasado jueves, en las instalaciones, cuando una usuaria de la piscina terapéutica sufrió quemaduras en la cara como consecuencia presuntamente del exceso de cloro. "Solicito que haya transparencia y claridad y que se corrija si algo funcionó mal", indicó el regidor, que mantuvo una conversación ayer con el máximo responsable de las instalaciones ubicadas en Sama.
"Vamos a actuar como nos corresponde y por eso pedimos que se investigue", aseveró Sánchez. La gerencia del establecimiento elaborará un informe, que remitirá al gobierno local. Ha apuntado a un fallo en el sistema automático de cloración en el primer día de funcionamiento.
Pepita Lombardía Baniela continúa recuperándose de las lesiones. Esta usuaria salió de la piscina, según ella misma relató, al sentir picor en los ojos aproximadamente un cuarto de hora después de que comenzase el cursillo al que asistía. Al día siguiente despertó a las cuatro de la madrugada para ir a trabajar pero entonces sintió dolor en los ojos y visión borrosa, explicó.
Fue a la farmacia pero allí no pudieron resolver su problema y la derivaron al médico, al centro de salud de Riaño. Posteriormente sería atendida en el hospital comarcal por el oftalmólogo. "Puede que tenga también la córnea afectada", dijo Pepita Lombardía, que no ha podido acudir a trabajar desde entonces.
Otras personas que acudieron a las instalaciones también se quejaron en el Ayuntamiento aunque al parecer ninguna ha resultado tan afectada como Pepita Lombardía. Al cursillo en el que estaba apuntada ella asistieron otras diez mujeres en aquella jornada. Las actividades quedaron suspendidas en la piscina del Sanatorio Adaro durante la tarde en la que se produjeron los hechos y durante la mañana del día siguiente hasta que el problema quedó resuelto.
La Policía Nacional inició ya la pasada semana una investigación, después de que Pepita Lombardía presentase una denuncia en la comisaría de Langreo. Una vez concluidas las pesquisas, las diligencias serán trasladadas al juzgado de guardia.
En las instalaciones en las que ocurrieron los hechos se presentaron dos reclamaciones en esa misma jornada, indicaron desde el centro. En ellas sólo se reflejó que no habían podido dar la clase programada debido al picor de ojos. Era el único efecto que había sufrido Pepita Lombardía hasta ese momento.
