Los trabajadores de Talleres Jesús Álvarez celebraron ayer el octavo paro dentro de su calendario de movilizaciones, puestas en marcha a causa en los retrasos en los pagos de la extra de julio (de la que les adeudan cinco sextas partes), así como por "más problemas laborales". La plantilla expuso ayer que, pese a los paros, la dirección de la compañía (situada en el polígono de Valnalón) "no ha dado señales de vida". De esta forma, "no hay diálogo con la empresa. No se atienden nuestras reivindicaciones".

El calendario de movilizaciones arrancó el pasado 9 de diciembre. Los paros de cuatro horas afectan a los dos turnos del taller, el de mañana entre las 13 y las 15 horas, y el de tarde de 15 a 17 horas. En total, están programadas catorce jornadas de protesta, hasta finales de este mes de diciembre.

Gerardo Argüelles es el representante sindical de la plantilla, formada por 22 personas en total. Expone que, además de la deuda de buena parte de la paga extra del verano, "hay algunos acuerdos a los que se había llegado con la dirección que se están incumpliendo constantemente". Subraya que "desde 2012", cuando se desarrolló un expediente de regulación de empleo (ERE) en la compañía, "cobramos de forma irregular. Unas veces el día 15, otras el día 20, la mitad de la paga un día y la otra mitad una semana después... Desde agosto se estabilizaron los pagos, pero llevamos sumidos en la incertidumbre desde hace mucho tiempo".

Según explicó Argüelles, la situación en la empresa está "enrarecida". "La empresa", añadió, "no ve como nosotros nuestras reivindicaciones. Deben pensar que lo que queremos es que cierren, y nada más lejos de nuestra intención, cuanto mejor le vaya a la empresa, mejor. Pero tienen que cumplir con sus compromisos que adquieren". Antes de los paros, se intentó llegar a un acuerdo, pero la propuesta realizada por la empresa fue rechazada por los trabajadores, que realizaron una votación en asamblea.